Imprimir Republish

Educación

Pupitres informatizados

Desarrollan mesas que conectan una pantalla sensible al tacto destinada a escribir manualmente con una computadora

miguel boyayanEn lugar de usar el cuaderno, el alumno escribe con un portaminas común directamente en una pantalla de vidrio sensible al tacto o tablet digital, que reemplaza a la tapa del pupitre escolar convencional. Para borrar algo que escribió, el alumno tiene que usar un paño o un algodón seco o humedecido con alcohol. Mientras que está escribiendo las letras y los textos, o dibujando en la pantalla sensible, una microcomputadora integrada al pupitre procesa las informaciones. De esta manera, lo que está siendo escrito o dibujado es simultáneamente exhibido en un monitor plano y delgado, que puede ser de cristal líquido (LCD) de dimensiones hasta el límite de la pantalla sensible y acoplado a ella. La tapa de vidrio sensible al tacto puede también ponerse en posición vertical o inclinada mediante un mecanismo de articulación, lo que le permite al alumno utilizar opcionalmente un teclado y un mouse para operar la computadora o entrar a internet.

Todas estas posibilidades se encuentran reunidas en un producto nuevo, que está en fase final de elaboración y validación, llamado Lap Tup-niquim, iniciales de Línea de Apoyo Pedagógico Tupiniquim [Nota del traductor: tupiniquim, etnia indígena], desarrollado en sociedad por el Centro de Investigaciones Renato Archer (Cenpra), de Campinas, institución dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y por la Asociación Brasileña de Informática (Abinfo), empresa con sede en la Compañía de Desarrollo del Polo de Alta Tecnología de Campinas (Ciatec), interior paulista.

El banco informatizado, también llamado tablero o pupitre digital, tiene como base una sólida estructura de acero. La pantalla sensible al tacto es sencilla y de bajo costo, constituida por un vidrio común recubierto con una película delgada transparente y conductora de electricidad, a base de dióxido de estaño. La tecnología de fabricación del tablero digital fue desarrollada por el investigador Victor Pellegrini Mammana, jefe de la División de Mostradores de Información do Cenpra, y  cuenta con una patente concedida en 2001 en Estados Unidos, además de un pedido que se encuentra en análisis en el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI) de Brasil. “Una importante innovación se introdujo en el pupitre digital en relación con la tecnología anterior del tablero, que fue su construcción en grandes áreas, del orden de la 25 pulgadas de diagonal, lo que requirió el desarrollo de nuevos procesos”, dice Victor.

Debajo de la pantalla de vidrio sensible se instala una computadora con procesador Intel Celeron, memoria flash para almacenar datos y una placa para conexión inalámbrica. “La herramienta que estaba restringida al laboratorio de informática entrará de manera definitiva en las aulas, creando así las condiciones de convivencia con el mundo digital”, dice Carlos Mammana, director de la Abinfo y docente jubilado de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), quien también dirigió el Cenpra durante 28 años. “En vez de que el alumno reciba nociones básicas de computación durante un corto lapso de tiempo, el pupitre digital, inserto en el contexto del aula, formará parte de su día a día.”

Evaluación práctica
El proyecto de desarrollo, realizado a pedido de la Municipalidad de Serrana, una localidad ubicada a 315 kilómetros de São Paulo, en la región de Ribeirão Preto, se inició en agosto del año pasado, bajo la coordinación de la Abinfo. Desde entonces se desarrollaron ocho versiones del pupitre digital, para llegar al prototipo que comenzarán a evaluar este mes de mayo los alumnos y docentes del sistema municipal de enseñanza, inicialmente en la escuela  Maria Celina. Alrededor de 200 pupitres Lap Tup-niquim y cinco pizarrones digitales comerciales serán puestos en cinco aulas utilizadas por alumnos en los turnos mañana y tarde de quinto grado de la enseñanza básica, además de en dos divisiones nocturnas del curso de Educación de Jóvenes y Adultos (EJA).

La integración de la pantalla sensible al tacto con la computadora le permitirá al alumno escribir como si estuviera utilizando el cuaderno, es decir que seguirá usando la escritura manual. Como cada aula tendrá un servidor para gerenciar el contenido didáctico, los alumnos solamente podrán entrar en las páginas autorizadas por el docente. Otra computadora-servidor, de la escuela, permitirá los docentes tengan acceso a materias dictadas en cualquier aula, de ser necesario. Todo sin salir de su escritorio, y también así podrán seguir el desempeño de cada alumno.

Victor acredita a una experiencia anterior en el área, cuando coordinó una de las evaluaciones del proyecto Una Computadora por Alumno (UCA) del gobierno federal, que incluía ergonomía, tecnología de display, modelo de negocios  y cadena productiva y contaba con la colaboración de la Universidad Estadual Paulista (Unesp) de Río Claro, el aval y el direccionamiento necesarios para el desarrollo del prototipo del pupitre digital. “Esto atrajo muchas ideas hacia la educación, porque el tema estaba en los medios”, dice Victor. “Cuando me consultaron los representantes de Serrana, vinieron con ideas nuevas más ventajosas desde el punto de vista del costo y también de la ergonomía, y esto incluía el uso del vidrio sensible al tacto.”

El proyecto del pupitre se basa en el software libre, en este caso, el Linux Educativo adoptado por el Ministerio de Educación. De esta forma, el docente podrá trabajar con el contenido pedagógico que desee. “Un equipo multidisciplinario, compuesta por pedagogos y técnicos, está trabajando en el contenido pedagógico que se utilizará en este proyecto”, dice el director de Proyectos y Desarrollo Económico de la Municipalidad de Serrana, Miguel João Neto. Todo lo que el alumno anote en clase quedará almacenado en la computadora y podrá copiarse en una memoria portátil, como un pen drive.

Victor Mammana Alumna escribe con portaminas común sobre la pantalla de vidrio sensible al tacto en el pupitre digitalVictor Mammana

“En la fase inicial el proyecto contó con la participación de una estudiante de ingeniería holandesa, en el marco de un programa de capacitación de la Abinfo, que contribuyó en el desarrollo de otro concepto de pupitre y de un proyecto ergonómico”, dice Carlos Mammana, que es el padre de Victor. “A medida que el proyecto se fue elaborando, nació un nuevo concepto, el del Lap Tup-niquim, mucho más versátil, con la ventaje adicional de utilizar los pupitres existentes en las escuelas públicas”. El diseño del banco es ergonómico y el uso de un portaminas evita torsiones en la muñeca, responsables de lesiones decurrentes del uso del mouse o del teclado. La pantalla de vidrio sensible al tacto hace posible varios ángulos de utilización de la superficie de escritura. Varios software especialmente desarrollados para el proyecto hacen la lectura del portaminas y del mouse. Los investigadores efectuaron un depósito de patente del pupitre como concepto. “Es un sistema muy sencillo, con interfaces que facilitan el uso de la máquina”, subraya Victor.

Apoyo pedagógico
El primer modelo de pupitre digital era de madera compensada. A partir del segundo, se lo fabricó en acero, de acuerdo con el estándar del Fondo Nacional do Desarrollo de la Educación (FNDE), vinculado al Ministerio de Educación, con el dispositivo de articulación. En noviembre del año pasado, en el marco de un evento internacional de tecnología realizado en Campinas, el Latin Display 2007, se presentó la versión número tres del proyecto. “El pupitre informatizado fue muy bien recibido como una herramienta de apoyo pedagógico”, dice Miguel Neto.

A partir de esta aplicación que se hará con alrededor de 200 pupitres, los investigadores verificarán qué debe mejorarse, para luego transformar el prototipo en un producto final, que tiene una importante demanda. Ciudades de la zona de  Campinas, como Paulínia y Hortolândia, se encuentran en la lista de espera.

“Pero antes necesitamos esa validación de los alumnos y docentes, para estar seguros de que el modelo realmente funciona”, dice Victor. “Con esa iniciativa, es posible replicar la experiencia en cualquier otra localidad”, subraya Carlos Mammana, refiriéndose al hecho de que es más fácil comenzar una experiencia de ese tipo en ciudades de pequeño porte.

Serrana, con 40 mil habitantes y unos 10 mil estudiantes en la enseñanza básica y media, es una de las ciudades de la zona que más invierten en educación, de acuerdo con el Centro de Estudios e Investigaciones en Gestión Industrial (Cepegi), de Ribeirão Preto. Investigación del Cepegi divulgada a finales del año pasado muestra que la inversión promedio en educación en ciudades con los mayores Índices de Desarrollo Humano (IDHs) de Brasil es del 13%, mientras que Serrana invirtió 17,4% el año pasado. El porcentaje del 25% previsto en la Constitución es complementado con inversiones en autarquías y otros sectores de la educación. El municipio tiene ingresos de alrededor de 45 millones de reales por año, siendo que la inversión total en la área educativa el año pasado fue de 15,9 millones.

El prototipo del Lap Tup-niquim cuesta alrededor de 1.300 reales, pero este costo  caerá a medida que se vaya ganando en escala de producción. El costo actual de los bancos es mayor que el de las laptop’s educativas, como la XO, de One Laptop per Child (OLPC – una laptop por niños), o la Classmate, de Intel (lea en Pesquisa FAPESP n° 131), pero el Ministerio de Ciencia y Tecnología se encuentra abocado a la búsqueda de diferentes alternativas de inclusión digital. Para bajar aún más os costos de los pupitres digitales, los investigadores implicados en el proyecto están evaluando la posibilidad de reaprovechar computadoras de las máquinas tragamonedas incautadas que se amontonan en depósitos.  Solamente en la región de Ribeirão Preto existen miles de estas máquinas confiscadas. “La mayoría posee monitor de LCD de 15 pulgadas y procesador Pentium satisfactorio para su uso en pupitres”, diz Victor.

Los recursos destinados a equipar las cinco aulas de quinto grado con los pupitres y pizarrones digitales, alrededor de 400 mil reales, han sido suministrados por la Municipalidad de Serrana, la Abinfo y el Cenpra. Una vez concluido el proceso de validación – y con la aprobación del pupitre digital por parte de los usuarios –, la municipalidad pretende extender el proyecto a las 15 de aulas municipales. A tal efecto ha comenzado a negociar recursos con el gobierno federal. “El proyecto plantea también la utilización de mano de obra local en pequeñas empresas que se crearán en Serrana para producir la parte mecánica de los pupitres”, dice Carlos Mammana.

Republicar