Imprimir Republish

Archivo

Realismo hervido en la repulsa

La obra del escritor João Antônio sigue vigente como un retrato preciso de la marginalidad en las metrópolis

COSAC NAIFYEl escritor intercambiando ideas con su máquina de escribir en 1963 COSAC NAIFY

Los atados de cigarrillos dados vuelta tuvieron una importancia peculiar en la vida del escritor paulista João Antônio (1937-1996), quien los usaba como señaladores de libros y también para garabatear comentarios. Los preservaba así entre una y otra página de sus lecturas, cuando no escribía esquelas en esos pequeños papeles y las enviaba como correspondencias, de las innumerables que intercambió con sus amigos más cercanos, por citar otro interesante empleo.

Su voluminoso archivo, que desde el año posterior a su muerte está bajo la custodia del Departamento de Literatura de la Universidad Estadual Paulista (Unesp), revela éste y otros hábitos de un autor que, en efecto, fumaba mucho, también tomaba mucho, y también se lanzaba con convicción a la vida bohemia, no solamente la de los bares, sino también la de los burdeles. João Antônio murió a los 59 años, en un apartamento de Río de Janeiro, a causa de un derrame. Vivía solo. Encontraron su cuerpo 15 días después.

Ana Maria Domingues de Oliveira, quien actualmente coordina la catalogación del archivo de João Antônio, detecta en la historia de ese material el lugar de una contradicción. João no era lo que se dice organizado. No obstante, aunque todavía se lo conozca por su cercanía con los bohemios y los marginales, “o incluso como alguien que se vestía mal”, había en su carácter esa inclinación, subraya ella. “Era una especie de archivista sistemático, siempre preocupado con la posteridad. Era el médico y el monstruo.”

El archivo está plagado de correspondencias que el escritor intercambió con sus amigos y de curiosas colecciones, tales como la lista de argots cariocas, dentro de una agenda personal. Todo ello constituye una obra aparte. O una extensión de la compilación de cuentos reunidos en los 15 libros que publicó, cinco publicados nuevamente por editorial Cosac Naify. João les sugería a sus amigos que guardaran esas cartas y papeles, comenta Domingues de Oliveira. “Él sabía que todo eso tenía importancia, o que después tendría más importancia. Por eso archivaba todo.”

También hay en el archivo una biblioteca con 7 mil libros. Mil están autografiados o tienen dedicatorias firmadas por Clarice Lispector, Jorge Amado, Dalton Trevisan y Lygia Fagundes Telles, entre otros autores.

El hábito de fumar y también tomar es mencionado en diversas ocasiones en una obra literaria que, de entrada, escudriñó el cotidiano de los suburbios de la ciudad de São Paulo, pero posteriormente fue adquiriendo una impronta autobiográfica, con ricos pasajes por las calles de Río de Janeiro, donde João decidió vivir buena parte de su vida.

Diccionario de argots cariocas

Archivo João Antônio Diccionario de argots cariocasArchivo João Antônio

“Uno corta con los dientes el celofán y abre un nuevo mazo. Fumo. No debería, pero fumo”, escribió en Abraçado ao meu rancor, uno de sus textos más memorables, que relata un regreso melancólico a la ciudad de São Paulo en que se lamenta por no reconocer la ciudad de su infancia.

El extrañamiento refleja el hecho de que no se reconoce tampoco a sí mismo. “Cambié, soy otra persona; ¿habré sacado de dónde estas importancias y rectitudes?”, escribe en primera persona. El narrador ilustra el cuento con sus pasos por cócteles y recrimina la carga excesiva de propagandas sobre la propia capital paulista: “Compre en São Paulo lo que hay de mejor en el mundo”.

João Antônio nació en la ciudad de Osasco, pegada a São Paulo; y era hijo de comerciantes pobres. Trabajó como cadete, consultor contable de un frigorífero y bancario. Publicó su primer libro de cuentos en 1963, Malagueta, Perus e Bacanaço, por el cual recibió dos premios Jabuti (como mejor autor revelación y mejor libro de cuentos). En simultáneo con su carrera literaria, ejerció la profesión de periodista. Escribió para la revista Realidade el “cuento reportaje” (una invención suya) Um dia no cais [Un día en el muelle], cuyo título después se redujo solamente a Cais. Se trata de una creación literaria que contiene una mirada hacia ciertos personajes de una ciudad portuaria, escrita luego de la experiencia de vivir un mes en la ciudad de Santos. João trabajó también en la revista Manchete, en el periódico O Pasquim y en otras publicaciones.

El foco de la literatura de João Antônio recae sobre aquéllos que viven al margen de una sociedad devorada por la pretensión de una sofisticación burguesa, contra la cual alzaba su voz. Prostitutas, jugadores de billar, vagos, chicos de la calle, narcotraficantes. Gente pobre y olvidada, que se equilibra en una frontera entre el vagabundeo y la delincuencia. La literatura marginal brasileña no puede estudiarse sin que esté presente allí el nombre de João Antônio.

Abandono
En O conto na obra de João Antônio: uma poética da exclusão (Editora Linear B), la investigadora Clara Ávila Ornellas, docente de la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul (UFMS), analiza esta producción desde el prisma de la denuncia social. Hay en el libro un tramo específico referente a la mirada del autor sobre cuestiones relacionadas con el abandono de niños, como en uno de sus textos más conocidos, Frio (1963), cuyo protagonista, un chico de la calle, anda por la ciudad llevando consigo una bolsita que carga un polvo blanco. Ornellas ha culminado su segundo posdoctorado sobre João Antônio, intitulado “De la escritura del lector a la voz del escritor: un estudio sobre las marginalia de João Antônio”, que da prosecución al estudio del novelista que realizó antes, en “João Antônio, lector de Lima Barreto”, ambos con el apoyo económico de la FAPESP.

FOLHAPRESSJoão en su “oficina” en Jeca Bar, en los años 1960 FOLHAPRESS

La narración en tercera persona se subjetiva bajo la mirada del personaje, de alma aún pura –o mejor dicho, aún ingenua–, al identificar en su trayecto por las calles de la ciudad, del centro en dirección hacia el barrio de Perdizes, zonas oscuras en contraste con partes más iluminadas de las vías públicas. ¿Para él será más pertinente andar al oscuro o andar a la luz?

La infancia vuelve a ser el tema en Mariazinha tiro a esmo (1975) y Paulinho Perna Torta (1976), y la maduración estilística de João durante el lapso de una década, dice Clara en su tesis, lo conduce hacia un lenguaje en que el narrador termina exhibiendo “una conciencia más reflexiva”.

La investigadora se refiere también a una preocupación que fue delineándose con el correr del tiempo: “Apunta las consecuencias para la sociedad de la ausencia de condiciones de vida digna (criminalidad y violencia), e igualmente, construye una personaje [en el caso de Mariazinha] con elementos que muestran la total ausencia de referencias básicas tales como la vivienda y la familia, y la degradación humana manifiesta en el hecho de que Mariazinha come comida en mal estado y duerme en umbrales de puertas como un animal cualquiera”.

Al desplegar ese universo también por el mundo de los adultos, o el de comunidades enteras inclusive, el autor embarca en una zona de intersección con el periodismo, lo que resulta en un estilo esencialmente realista. “Era un observador. El contacto con la realidad era su gran inspiración”, alega Ornellas.

El estilo conciso y objetivo mantiene las tensiones calcadas en la piel de sujetos que se encuentran en la inminencia de perder el sentimiento de civismo. “Las narrativas son muy ágiles. Oraciones cortas y muy densas”, dice Clara.

La apropiación del discurso y del lenguaje de las calles, y también la cercanía con el periodismo, llevaron al nombre de João Antônio a granjearse el título de neonaturalista. La crítica literaria Flora Sussekind, por ejemplo, empleó ese término al referirse a la obra del escritor. Pero Antonio Candido, por su parte, sostuvo que la cercanía con lo fáctico es para el autor tan sólo una especie de materia prima, difundida en un campo estilístico pluralista y más amplio en que se destaca el llamado cuento ficcional, como en el caso de Leão de Chácara (1975).

Por la temática y por la elaboración formal, es posible comprender en la obra de João Antônio el influjo de dos grandes autores a quienes él mismo enaltecía. Parte de su obra fue dedicada a Lima Barreto (1881-1922), en buena medida debido a que este autor aborda también la exclusión social como fenómeno de un sistema de producción administrado por la fuerza del capital. Río es un escenario común al cual ambos autores se abocaron.

La comparación con la concisión de Graciliano Ramos (1892-1953) termina por ser también inevitable. “La edición de São Bernardo que perteneció a João Antônio tenía 110 marcas para trabajar”, comenta Clara, quien analizó las notas al margen del escritor en su estudio reciente.

El reconocimiento aún en vida llevó a João Antônio a una especie de crisis, tal como relata la profesora de la Universidad de São Paulo (USP) Tania Celestino de Macedo, investigadora con quien el autor se correspondió a partir de los años  1980 y que, en el año de su muerte, fue responsable de iniciar el trabajo de catalogación de su archivo.

“Él se pronunciaba contra las obras que se adecuaban al mundo institucionalizado de las editoriales, o contra una literatura a la que consideraba ‘muy cepilladita’; detestaba presentaciones de libros, pero al mismo tiempo sabía que dependía del mercado para lanzar sus obras”, explica la investigadora.

Este tema fue retomado por Alfredo Bosi en el prólogo que escribió para la nueva publicación de Abraçado a meu rancor (Cosac Naify): “Sé que el término ‘marginal’ es una fuente de equívocos; sé que en la sociedad capitalista avanzada no existe ninguna obra que, una vez publicada, pueda decirse que es enteramente marginal”, afirma el escritor. Pero después, para cerrar el tema, sentencia: “Ahora bien, el realismo hervido en la repulsa pende más hacia el margen que hacia el centro de la sociedad”.

El Proyecto
De la escritura del lector a la voz del escritor (nº 2009/01956-5);
Modalidad Posdoctorado; Coordinador Clara Avila Ornellas – Unesp; Inversión R$ 167.680,00 (FAPESP)

Republicar