Laminados de envases de productos larga vida y residuos de la producción del acero y fibra de vidrio entran en la composición de paneles de hormigón utilizados en paredes y losas en la construcción civil, resultando en un producto que precisa menor cantidad de cemento para su fabricación, pero que presenta buen desempeño y durabilidad. Los laminados se utilizan para construir una especie de estructura reforzada, donde se colocan las instalaciones eléctricas e hidráulicas. Luego de cerradas, esas estructuras se refuerzan con armazones de fibra de vidrio y se introducen en moldes para el armado de los paneles. La investigación, desarrollada desde 2006 en la Escuela de Ingeniería de São Carlos en la Universidad de São Paulo, integra un proyecto de interés social del Programa de Tecnología Habitacional de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep). La idea es producir los paneles directamente en los obradores, en las construcciones por sistema de mutirão [cooperativas de trabajo para la construcción de viviendas populares]. El estudio prevé también la utilización de la escoria resultante de la producción del acero, sustituyendo al escombro, para su incorporación al hormigón. Se estima que el proyecto pueda reducir en un 40% el volumen de hormigón utilizado, además de economizar mano de obra.
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