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Tecnociencia

Retraso agrava picaduras de cobra

Ser picado por una cobra en la Amazonia es más preocupante porque el  centro médico más próximo puede estar muy lejos. Mariana Quiroga, infectóloga del Núcleo de Medicina Tropical,  que trabaja en el Hospital Municipal de Santarém, en Pará, estudiando  217 casos atendidos de julio de 2009 a agosto de 2010 comprobó que no todos llegan rápidamente a los hospitales. Sólo una minoría (18%) consigue llegar al hospital en hasta tres horas, el 23% tarda de tres a seis horas y el 12% más de 24 horas.  Como consecuencia, una  de cada cinco picaduras se caracterizó como accidente grave (los casos leves representaron el 31%  del total y los moderados el 42%). Al presentar su estudio en una reunión  del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología  en Toxinas realizada en febrero en el Instituto Butantan, Mariana explicó que muchas personas picadas por cobras en la región de Santarém adoptan medidas que pueden agravar la herida,  antes de ir al hospital, la mayoría (65%) toma remedios caseros contra picaduras de cobra o pasa ajo, cebolla o manteca sobre la picadura (51%). Aproximadamente la cuarta parte (27%) adopta otra medida no recomendada, el torniquete. “Esas medidas aumentan el riesgo de complicaciones locales como infecciones, necrosis y, más raramente, amputaciones”, dice Francisco Francia, médico del Hospital Vital Brasil de Butantan.  Lo más indicado es lavar la herida con agua y jabón. En São Paulo, según  él, la gente llega más rápido a los centros de atención médica. “Aquí el transporte es más rápido y hay más servicios de salud que en Amazonia con suero antiofídico”, dice. “Por esas razones, los casos graves son más raros”. Desde su punto de vista, el suero liofilizado, que dispensa el uso de nevera y ya es usado en otros países, podría reducir el tiempo de atención en las comunidades más distantes.

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