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Especial

San Paulo tiene un rol fundamental en la formación de personal

La Capes fue creada con estatuto de campaña en 1951, pasando a ser fundación en 1992. Su función principal es brindar ayuda al ministerio en la formulación de políticas de posgrado y coordinar y estimular, mediante el otorgamiento de becas de estudio y otros procesos, la formación de investigadores y de profesores de nivel superior y la atención de la demanda de profesionales en general. Durante mucho tiempo, la Capes fue la única organización de ese género en Brasil manteniendo un sistema de evaluación de los cursos superiores del país. Los resultados de dicho sistema son muy usados hasta hoy, incluso por parte de otras instituciones.

En su creación, de la mano de Anísio Teixeira en 1951, la misión de la Coordinación del Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes) era elevar el nivel de calificación de los recursos humanos en Brasil. Durante estos casi 50 años, desde que su surgimiento como fundación ligada al Ministerio de Educación, ese objetivo impregnó toda la actuación de la entidad. La gran misión de la misma consiste en mejorar el nivel de la enseñanza superior brasileña. Una de sus obligaciones es la de subsidiar al Ministerio de Educación en la formulación de políticas de posgrado. Para ello se requiere evaluar y hacer un seguimiento del sistema de posgrado en Brasil.

Vamos a detenernos un poco en esto. La Capes es una de las pocas iniciativas del Estado brasileño en la que siempre existió una evaluación junto a cada iniciativa de apoyo, de fomento y de financiamiento. Nunca hubo una separación entre esos dos factores. Si podemos hoy enorgullecernos del sistema de posgrado en Brasil, con 80 mil alumnos, generando 5 mil doctores y 15 mil masters de calidad por año, es porque sin atisbos de duda existe y siempre existió una evaluación y un seguimiento extremadamente rigurosos y serios ligados a ese sistema.

Eso solo es factible de lograrse con dinero. La Capes ejerce también de esa manera un papel de entidad de fomento. No solo formula políticas y efectúa la evaluación del sistema, también lo ayuda a funcionar por medio del aporte de recursos, lo que se da principalmente bajo la forma de becas de estudio. Una de las principales funciones de la Capes es coordinar los planes nacionales de posgrado. Estamos ahora elaborando el cuarto plan nacional de posgrado. Dicho plan contendrá actividades destinadas la fortalecer sectorialmente y regionalmente los posgrados.

El gran desafío de la Capes no está solamente en los posgrados. Brasil es, reconocidamente, un país de grandes diferencias regionales. Esas diferencias se amplifican en los posgrados. Al contrario de otras entidades de fomento, la Capes no realiza y no privilegia la interlocución individual con el investigador. Ella siempre procuró fortalecer a las instituciones de enseñanza superior en las que existen posgrados. Como agencia del Ministerio de Educación, busca fortalecer lo institucional. Es una entidad de formación, y la formación se da actualmente, y más que nunca, en el seno de instituciones. La Capes se preocupa fundamentalmente con la consolidación institucional en la enseñanza superior.

Una de las actividades que más se destacan en la Capes es la concesión de becas de estudio. Son becas de formación para carreras de maestrías y doctorados, en Brasil y en el exterior. Esas becas se dividen actualmente en dos grandes programas. Uno de ellos se destina a fortalecer las carreras de posgrado dentro de la propia institución, apoyando aquello que la misma está en condiciones de elaborar, concebir e implementar. El otro otorga becas a instituciones que necesitan calificar a sus cuadros docentes.

Dentro de la misión esencial de la Capes, que ya era preconizada en 1951 y continua siendo muy importante para la agencia, se encuentra el apoyo y el mantenimiento de la infraestructura. Pero no nos olvidamos de la búsqueda de la interacción entre los diversos niveles de enseñanza entre la universidad, con su grado y su posgrado, y la enseñanza media. Conocemos los enormes problemas que acarrea para un país el llamado analfabetismo científico. Esa preocupación no es tan solo brasileña. Es mundial.

Uno de nuestros proyectos procura acercar la universidad a los profesores de ciencias y matemáticas de la enseñanza media. La universidad no puede adoptar solo una postura negativa, limitándose a hacer críticas. Ese proyecto de aproximación se lleva a cabo de manera descentralizada. Los profesores de enseñanza media pública o privada, sin distinciones reciben capacitación. Ese programa no es muy conocido. Pero calificó en cuatro años a 50 mil de los 110 mil profesores de esas áreas que existen en Brasil. En algunos estados, como Pernambuco y Ceará, el índice rozó el 100%.

En São Paulo, debido al tamaño de su red de enseñanza, no alcanzamos esos índices. Necesitamos más dinero, y estamos intentando conseguirlo. Pero ya se gastaron en dicho programa – y muy bien gastados-, 50 millones de reales. Pero volvamos a las becas de posgrado. En 1999 la Capes otorgó poco más de 20 mil becas. De ellas, más de 8 mil fueron a para el estado de São Paulo. Si las sumamos a las concedidas por el CNPq, tendremos en torno 13 mil bolsas otorgadas por las agencias federales. Sumadas a las de la FAPESP, llegamos a 18 mil becas en el estado de São Paulo.

Es un número bastante significativo. Evidentemente, la FAPESP no es solo becas ni debe serlo. Pero los algorismos muestran que las entidades federales tienen un papel muy importante y no están, de ninguna manera, saliendo de São Paulo por el hecho de que existe la FAPESP. Al contrario. La Capes está cada vez más dentro de São Paulo, pues este estado tiene un rol fundamental en la calificación de personas del todo el país. Esperamos que eso vaya mudando con el transcurso del tiempo, y que la distribución en el país sea así más homogénea. Pero por el momento, São Paulo es fundamental en el proceso de calificación.

Esto nos hace recordar la cuestión laevaluación de los cursos de posgrado, trabajo que lleva adelante la Capes desde 1972. La entidad modificó recientemente dicha evaluación en pos de mejorarla. Procuramos establecer criterios que permitieran a la Capes definir la excelencia, entendida en el marco de nuestra evaluación como programas de nivel internacional. Después de muchas modificaciones, llegamos un criterio en el cual la nota uno significa muy malo y siete corresponde a excelente. Los programas con evaluación seis y siete son de nivel internacional.

La evaluación de la Capes es realizada por los pares de manera muy criteriosa. A través de ella, de los casi 1.300 programas de posgrado existentes en Brasil, 126, distribuidos en diversas áreas, cuentan con cursos de excelencia internacional. De los 1.300 programas brasileños, São Paulo tiene 382. De ellos, 38 son de nivel seis y siete, es decir, de excelencia internacional. Es una proporción bastante significativa en el contexto nacional. Eso muestra que São Paulo es, sin lugar a dudas, el estado que concentra la mayor parte de los programas de excelencia.

El presupuesto actual de la Capes es de 430 millones de reales. De ellos, cerca del 45% se invierte en el estado de São Paulo de las más variadas formas. Esto va mucho más allá de las inevitables disparidades regionales. Pero la razón es una sola. Exactamente por el hecho de que la Capes tiene como misión la calificación del sistema en general, cuando la cuestión es la formación calificada, la solución es colocar recursos en São Paulo y permitir que personas de otras partes del país realicen su formación en este estado.

Resta ahora luchar un poco más para mejorar el país como un todo, brindando mejores condiciones de trabajo y haciendo más atractiva la radicación de investigadores de calidad en otras partes del país. En São Paulo, la situación está garantizada, y de manera extremadamente competente, por parte de la FAPESP. Sin embargo, quiero repetir una vez más que las agencias federales no están saliendo de São Paulo.

Ellas están invirtiendo incluso más, pues es en São Paulo donde está la gran excelencia, la mejor infraestructura. Pero debemos hacer la otra parte, lograr ofrecer condiciones excelentes de calidad y trabajo en otras partes del país. Y “pelear”, en el buen sentido, con la FAPESP. Mientras ella procura traer jóvenes investigadores a São Paulo, nosotros vamos a intentar llevarlos de São Paulo a otros puntos del país.

Luiz Valcov Loureiro es el director de programas de la Fundación de Coordinación del Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes), órgano del Ministerio de Educación (MEC) del gobierno federal. Loureiro, graduado en Ingeniería Mecánica en 1979 en la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (USP), es también diplomado en estudios profundos de Mecánica de los Fluidos y doctor en Ingeniería con especialización energética, ambos títulos otorgados por la Escuela Central de Artes e Industrias de París.

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