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Memoria

Siempre a la vanguardia

Carmen Portinho luchó por los derechos de las mujeres y promovió el cambio en la arquitectura y las artes en Río de Janeiro

ARCHIVO CARMEN PORTINHOPoco después de instalarse en la Presidencia de la República por medio de un golpe de estado, en 1930, Getúlio Vargas recibió a la zoóloga Bertha Lutz y a la ingeniera Carmen Portinho, quienes reivindicaron el derecho a voto de las mujeres.

El pedido fue aceptado, instituido en 1932 y ratificado por la Constitución de 1934. Carmen contaba con menos de 30 años y una carrera brillante por delante. Más de medio siglo después, en 1987, ella fue al Congreso Nacional acompañada de otras 300 mujeres para entregar a Ulysses Guimarães, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, la Carta de las Mujeres. Carmen contaba a la sazón con 84 años y continuaba en la lucha por los derechos femeninos. Las victorias logradas junto a Bertha y otras tantas pioneras habían sido muchas, pero al final del siglo XX la desigualdad perduraba y era necesario continuar la lucha.

Carmen Velasco Portinho, fue la tercera mujer en graduarse como ingeniera en el país, en 1925, en la Escuela Politécnica de la Universidad de Brasil (actual Universidad Federal de Río de Janeiro). Nacida en Corumbá, Mato Grosso, se mudó con sus padres a Río de Janeiro a los cuatro años. Cuando se le preguntó por qué escogió ingeniería, una profesión por ese entonces elegida sólo por hombres, ella decía que fue por motivos prácticos. Siendo la mayor de nueve hermanos, Carmen deseaba la independencia económica. “En aquél tiempo, todos los que recibían de ingenieros conseguían trabajo”, contó en una entrevista a la revista Ciência Hoje, en 1995. Ella acertó en su elección: comenzó a trabajar en la Dirección de Obras y Vialidad de la municipalidad carioca al año siguiente.

ARCHIVO CARMEN PORTINHOAntes de abocarse a su trabajo, ella ya contaba con una trayectoria de defensa de la ciudadanía de la mujer. “Cuando era muy joven, con 15 años, Carmen volaba en precarios aviones para arrojar panfletos feministas sobre Río”, comenta la arquitecta Ana Luiza Nobre, autora de “Carmen Portinho – La Modernidad en Construcción” (Relume Dumará y Secretaría Municipal de Cultura de Río de Janeiro). En 1922, también con menos de 20 años, fundó la Federación Brasileña por el Progreso Femenino junto a Bertha Lutz, Stela Guerra Duval y Maria Amália Bastos. En 1931, ellas organizaron el II Congreso Internacional Feminista, al final del cual, Bertha y Carmen redactaron, firmaron y enviaron a Vargas un documento sobre los derechos de las mujeres. Anteriormente, en 1929, Carmen había fundado la Unión Universitaria Femenina y posteriormente, en 1937, la Asociación Brasileña de Ingenieras y Arquitectas.

Como profesional de ingeniería ella no se quedó atrás. En 1936 creó el anteproyecto para la futura capital de Brasil en la Meseta Central, y fue la primera mujer en recibir el título de urbanista en Brasil, por parte de la extinta Universidad del Distrito Federal, con diploma firmado por Mário de Andrade.

ARCHIVO CARMEN PORTINHOEn los años 1940 condujo el Departamento de Vivienda Popular, para elaborar un plan de ubicación de los empleados públicos en apartamentos funcionales, cerca de su empleo. De esta propuesta surgió el proyecto del conjunto de Pedregulho, en Río. El arquitecto de la obra, elogiada en todo el mundo, fue Affonso Eduardo Reidy, compañero de Carmen. En la época, no era extraño que algunas feministas evitaran el casamiento formal como un modo de afirmar sus convicciones, aunque no puede decirse con seguridad que ésa fuera la intención de Carmen. Fue Reidy quien también proyectó el edificio del Museo de Arte Moderno de Río, en los años 1950, del cual ella fue directora. En la década siguiente, la ingeniera pasó a dirigir la Escuela Superior de Diseño Industrial y allí permaneció entre 1967 y 1988.

Carmen falleció en 2001, a los 98 años. No tuvo hijos, pero informalmente, adoptó una niña de 6 años, hija de su hermana, muerta precozmente – coincidentemente, también llamada Carmen, hermana de la actriz y cineasta Ana Maria Magalhães, autora del documental “Recuerdos del futuro”, que trata sobre Reidy, de 2004.

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