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Zoología

Sin flash, ¡por favor!

El caimán negro puede estresarse si los turistas lo asustan con demasiada luz

Bernard Dupont / WikiMedia Commons

Para quienes buscan la emoción de observar de cerca un peligroso depredador, los yacarés son una buena opción: con un poco de práctica, se los puede capturar y manipular, especialmente a las crías. Por eso, una propuesta de turismo ecológico la constituyen los avistamientos nocturnos, en los cuales se utilizan linternas para localizar a los animales. “Durante el día es casi imposible capturarlos”, dice el zoólogo Washington Mendonça, de la Universidad Federal de Amazonas (Ufam). Pero los flashes de las cámaras fotográficas de los turistas pueden estresar a los ejemplares del archipiélago de Anavilhanas, en el estado de Amazonas. Incluso con un lapso de interacción menor que los de las excursiones, los niveles de la hormona corticosterona y del metabolito lactato presentan alteraciones. En los ejemplares de caimán o yacaré negro (melanosuchus niger), los niveles de lactato aumentaron 2,4 veces con la manipulación y la corticosterona 1,7 veces al manipularlos y 2,7 veces al ser expuestos a los flashes. El caimán de anteojos (Caiman crocodilus) no parece verse afectado. Para Mendonça, lo mejor sería enfocar al turismo en el caimán de anteojos y evitar que los animales sean capturados y fotografiados con demasiada frecuencia (The Journal of Wildlife Management, 17 de agosto).

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