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Carta de la editora

Singularidades brasileñas

Durante el próximo mes de noviembre, Brasil albergará una nueva edición de la reunión anual de los signatarios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP30. El país ocupa un lugar singular en el debate sobre el tema. En cifras absolutas, la cantidad de gases de efecto invernadero que libera anualmente lo ubican entre los mayores emisores mundiales. Pero el perfil de las emisiones brasileñas es distinto al de otras naciones que se encuentran al tope del ranking. En éstas, el sector energético es responsable de las dos terceras partes del total, mientras que en Brasil la energía no llega al 20 %. La causa principal de las emisiones brasileñas es el (mal) uso de la tierra: la deforestación y los incendios forestales suman el 46 % de las mismas, mientras que la producción agropecuaria responde por otro 28 %.

Aunque resulta insuficiente, Brasil disminuyó un 12 % sus emisiones en 2023 –cuando el mundo incrementó un 1,3 % la cantidad de gases liberados con respecto al año anterior– fundamentalmente en virtud de la merma del desmonte forestal. En el reportaje estampado en la portada de esta Edición Internacional de Pesquisa FAPESP se efectúa un balance de la situación, tanto en términos nacionales como mundiales.

La transición energética de las fuentes fósiles a las energías renovables depende de diversos factores. Uno de ellos es la explotación de minerales críticos, que son indispensables para la implementación de las tecnologías bajas en carbono. La actividad minera es históricamente desencadenante de conflictos sociales, en su mayoría relacionados con la posesión de la tierra y el acceso al agua. Tales disputas se mapean con los datos que recopila el Observatorio de Conflictos Mineros en Brasil, una iniciativa de investigadores de diversas instituciones, movimientos sociales y ONG.

Este número también incluye una entrevista con el ingeniero agrónomo Rodolfo Hoffmann, de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo. Su objeto de investigación viene siendo desde hace casi 60 años la desigualdad en la distribución de los ingresos, aunque también se dedica a los estudios en economía, que comprenden la reforma agraria y la inseguridad alimentaria. Hoffmann comenta de qué manera se trabajaba manualmente en la era anterior a las computadoras personales en las investigaciones con grandes conjuntos de datos.

De acuerdo con la OMS, el continente americano concentra un 80 % de los casos de dengue que se registran en el mundo, pero esta enfermedad se encuentra presente em todas las regiones del planeta. En 2024 Brasil batió el récord en lo concerniente al total de casos probables (6,5 millones) y de muertes a causa de esta afección viral (alrededor de 6.000 defunciones), según datos del Ministerio de Salud nacional. Frente a este preocupante panorama, la buena noticia llega desde los bancos de los laboratorios. La posible vacuna del Instituto Butantan de São Paulo generó una protección duradera y elevada, al disminuir un 67,3 % el riesgo de que los pacientes exhiban síntomas de la enfermedad.

Para terminar, un programa de ciencia colaborativa hecha entre investigadores académicos y comunidades locales en la Amazonia aplica la tecnología denominada lídar, de teledetección láser, para cartografiar el suelo en las áreas que sufren el impacto de la actividad humana y para detectar yacimientos arqueológicos. La investigación de los indicios de la antigua existencia de un gran asentamiento humano en la selva puede ayudar a preservar el modo de vida de los actuales habitantes de la región y servir de apoyo a acciones tales como las inherentes a la demarcación de las tierras de las poblaciones originarias.

Esta edición internacional contiene una recopilación de artículos publicados originalmente en portugués entre julio y diciembre de 2024. Subimos mensualmente nuevos contenidos en español.

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