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Ingenier

Telas funcionales

Santista lanza productos para uniformes de trabajo con propiedades nanotecnológicas.

La nanotecnología llega a la indumentaria en Brasil. Dos tejidos con acabado nanotecnológico, destinados a la confección de uniformes de trabajo ha sacado recientemente al mercado la empresa Santista Têxtil, con sede en São Paulo. Los productos, llamados como Technopolo e Image, son los primeros lanzamientos de la empresa con la etiqueta NanoComfort, que identifica a los tejidos con incorporación de nanotecnología y propiedades funcionales, tales como absorción y secado rápido de la transpiración, propiedades antimicrobianas, resistencia a manchas, a la tracción y a la rotura, y facilidad para la limpieza y planchado. En el exterior, tramas que repelen el agua y la suciedad y otros con propiedades antimicrobianas ya se encuentran en el mercado desde hace  algún tiempo.

“Conseguimos que estos resultados permaneciesen en los telas durante 50 ó 60 lavados, muy por encima de las 20 operaciones indicadas por las normas técnicas”, dice Manoel Areias, gerente de Innovación de Santista Têxtil. Los detalles sobre la obtención de los nuevos materiales no son divulgados habida cuenta de la exclusividad que garantiza su diferenciación en el mercado. “Uno de los productos agregados en la etapa final, de acabado de la tela, contiene partículas nanométricas”, dice Areias.

Además de las propiedades funcionales, los nuevos productos son bastante suaves. El Image, tejido con fibra de poliéster, presenta una textura muy semejante al fabricado con lana natural. Y una gran ventaja en relación al poliéster común, con la misma estructura de fibra, pero sin la incorporación de nanotecnología. Cuando una gota cae sobre la tela, es absorbida inmediatamente debido a la interacción entre el producto nanotecnológico y la ropa. El agua se esparce con facilidad y se seca en fracciones de segundo, mientras que en el poliéster normal el proceso demora mucho más tiempo. Del mismo modo, el tejido absorbe rápidamente la transpiración, característica interesante para la composición de uniformes profesionales, como por ejemplo, conjuntos masculinos y femeninos utilizados por compañías aéreas y empresas de transporte y bancos, entre otros sectores. El Technopolo, fabricado en algodón, posee las mismas propiedades e indicaciones de Image, pero está recomendado para la confección de camisas. Otra ventaja de las telas nanotecnológicas es el tiempo de secado cuando se las lava. Tardan 25 minutos en secarse, en comparación con los 35 minutos de los tejidos convencionales. Y como absorben agua más rápidamente utilizan menos líquido en las lavadoras.

Efecto loto
Las investigaciones llevadas a cabo por Santista Têxtil en el área nanotecnológica, resultaron aún en un tercer producto, totalmente finalizado pero que aún no se ha lanzado al mercado. Se trata del Lotus Effekt, un tejido autolimpiante que, en contacto con el agua, limpia las partículas de suciedad presentes en el tejido. “Logramos darle ese efecto solamente de un lado de la tejla, manteniendo la suavidad al tacto”, dice Areias.

El nombre es una referencia a la flor de loto, planta que nace en el lodo y sólo se abre al alcanzar la superficie, cuando sus pétalos se hallan completamente limpios. La flor, símbolo de pureza para el budismo, se mantiene siempre limpia porque la inclinación de sus pétalos, al recibir las gotas de rocío que caen durante la noche, quedan libres de microorganismos y suciedad. Pero sin embargo, aún no hay una fecha de lanzamiento prevista para el producto, porque la empresa está estudiando cual es el nicho de mercado más adecuado para la innovación.

La inversión en productos con nanotecnología es el despliegue de un proyecto que se inició hace cuatro años, cuando la empresa comenzó a estudiar y a producir tejidos modificados con fibras recubiertas con nanocompuestos de plata, acabados de microcápsulas con materia activa hidratante y antimicrobiana. Paralelamente al desarrollo en nanotecnología realizado en el Centro de Investigación y Desarrollo de la empresa en Tatuí, interior de São Paulo, otras están siendo desarrolladas en conjunto con el Instituto de Física de São Carlos (IFSC) de la Universidad de São Paulo. En junio del año pasado, la empresa y la universidad firmaron una carta de intenciones para el desarrollo de aditivos nanoestructurados destinados a la mejora de productos de la industria textil. Entre esos aditivos se encuentran desde agentes que eliminan la necesidad de planchar la ropa, hasta productos antialérgicos y antibacterianos. El acuerdo con la universidad prevé una inversión de R$ 94,5 mil por medio de becas del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), además de R$ 52,5 mil de la empresa, durante dos años. El Grupo de Polímeros del IFSC está investigando materiales para los aditivos y su interacción con las fibras de las telas. La empresa mantiene aún un acuerdo de colaboración con el ITV, sigla del Instituto para Textiles y Procesos de Ingeniería Denkendorf, uno de los principales institutos de investigación y desarrollo textil de Alemania. Ya en 2005 la empresa recibió la aprobación del Programa de Desarrollo Tecnológico Industrial por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que permite aprovechar los beneficios previstos en la Ley de Innovación para la compra de equipamiento y la contratación de másteres y doctores.

Fundada en 1929, Santista Têxtil tiene como principales accionistas a Camargo Corrêa y São Paulo Alpargatas, y forma parte también, desde marzo de este año, del grupo español Tavex. Con la fusión, el grupo tiene garantía de liderazgo mundial en la producción de telas jeans, con capacidad para producir 150 millones de metros por año de esos productos y rentas superiores a los US$ 500 millones anuales. Durante el año pasado, el presupuesto de la empresa para investigación y desarrollo en el área textil alcanzó cerca de R$ 4,5 millones, correspondientes al 0,5% de la facturación bruta de R$ 900 millones. Un relevamiento realizado por la empresa apuntó que, en los dos últimos años, un promedio de 27,4% de las rentas tuvieron origen en productos nuevos.

La apuesta en tejidos nanotecnológicos sigue una tendencia que se encuentra en franca expansión, tal como muestran la cifras divulgadas por Lux Research, una empresa norteamericana que presta consultoría en investigaciones de mercado en ese área, durante la Nanotec Expo 2006, feria internacional de nanotecnología realizada en noviembre en São Paulo. Solamente en Estados Unidos, según Lux, las inversiones en investigación y desarrollo de materiales y productos nanoestructurados, ascienden a alrededor de US$ 10 mil millones por año. El mercado mundial de productos que incorporan nanotecnología, movió durante el año pasado US$ 32 mil millones, y la expectativa es que alcance US$ 2,6 billones en 2014. La estimación se basa en la estimación de los proyectos de las 50 mayores empresas de diversos sectores económicos con actuación a nivel mundial.

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