A comienzos de 2015, el servicio de salud pública de la ciudad de Natal, en el estado de Rio Grande do Norte, comenzó a informar sobre casos de personas con fiebre, irritación en la piel, conjuntivitis y dolores en las articulaciones. Durante algún tiempo, se confundieron esos síntomas con los del dengue, por tratarse de un área endémica de dicha enfermedad. Pero los test serológicos y moleculares posteriores descartaron esa posibilidad. Al analizar muestras del suero de ocho de esos pacientes, investigadores del Instituto Carlos Chagas, de la Fundación Oswaldo Cruz, en Curitiba, estado de Paraná, y del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte, comprobaron que se trataba del virus ZIKV, responsable de la fiebre zika (Memórias do Instituto Oswaldo Cruz, junio). Análisis filogenéticos sugieren que la cepa del virus circulante en la región proviene de un linaje asiático. Según los investigadores, la identificación del virus zika como el causante de una epidemia de la enfermedad en el nordeste de Brasil representaría la primera transmisión autóctona (dentro del estado o localidad) en el país. Del mismo modo que los virus del dengue y de la chikunguña, el zika también lo transmite el mosquito Aedes aegypti. Los investigadores creen que esto facilitará la dispersión del virus por otras regiones de Brasil. Por ahora, el control del mosquito es la única medida que puede bloquear la transmisión del virus.
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