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Tecnociencia

Un arco iris de plumas y sonidos

A-u… a-u… Si bien parece ser el llamado de alguna rana, es el sonido típico del tucancito de pico corto (Selenidera nattereri), una especie de pico casi completamente rojo con manchas. Raac… raac… raac puede parecer un loro, pero a decir verdad se trata del sonido característico del arasarí crespo (Pteroglossus beauharnaesii), otra especie que parece haberse bañado en un arco iris. Tanto en estas páginas como en el libro Tucanos das Américas [Tucanes de las Américas] (Editora M. Pontual) −mejor aún− se puede tener una idea de cuán variados son los tucanes, tucancitos y arasaríes, aves exclusivamente neotropicales: las 44 descritas por el ornitólogo Herculano Alvarenga e ilustradas por Eduardo Brettas impresionan por la diversidad de sus colores, empezando por sus picos –algunos de rasgos refinados, como una franja amarilla o azul en la base, como en el tucán de pico negro (Ramphastos vitellinus teresae), que hace uí… uííí… uííí.

Hay especies más discretas, como el arasarí de nariz amarilla (Aulachorhynchus prasinus dimidiatus), que vive en bosques y hasta a 3.500 metros de altitud, y puede ser reconocido por el su uet-uet-uet. En tanto, el tucancito de pico maculado (Selenidera maculirostris) vive en el Bosque Atlántico, del estado de Bahía al de Río Grande do Sul, y emite un sonido así: ogó, ogó, ogó. Alvarenga es detallista, como todo científico, pero no deja de escribir apasionadamente sobre las aves, cuyo comportamiento también varía: los tucanes viven en bandadas en los bosques, pero algunos, como el tucán toco (Ramphastos toco), prefieren los campos abiertos, y son solitarios, o andan en unas pocas yuntas.

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