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Memoria

Un laboratorio en la selva

Theodoro Peckolt fue el pionero en el análisis químico de la flora nacional en el siglo XIX.

La Flora brasiliensis, 15 volúmenes sobre las plantas de Brasil, investigada, editada y publicada entre 1840 y 1906, es celebrada como la principal obra de referencia sobre la diversidad vegetal en el país. El trabajo fue liderado por el botánico alemán Carl Friedrich Philipp von Martius (1794-1868) durante la primera mitad del siglo XIX y contó con la participación de otros exploradores y naturalistas extranjeros. Uno de los más  importantes, el farmacéutico alemán Theodoro Peckolt (1822-1912), fue inducido por Martius a viajar hacia Río de Janeiro para estudiar la flora tropical y enviarle plantas a cambio de 50 mil réis (moneda brasileña) mensuales y semillas para los jardines botánicos de Berlín y Munich. Comenzaba así la trayectoria exitosa pero poco conocida de un pionero de la fitoquímica en el país, el primero en hacer un estudio químico sistemático de la flora brasileña.

Peckolt desembarcó en Río en 1847, a los 25 años. Durante los 65 años que vivió en el país, el naturalista y farmacéutico escribió 173 artículos, la mayoría publicados en periódicos científicos de Alemania, y tres libros. La investigadora del Instituto de Química de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Nadja Paraense dos Santos identificó cerca de 3 mil plantas casi todas del Bosque Atlántico sobre las cuales, Peckolt publicó datos de morfología y botánica, así como sus usos farmacéuticos y alimenticios. De éstas, él analizó químicamente cerca de 285. En la mayoría de los casos Peckolt era muy riguroso en el análisis de hojas, flores y cortezas, que realizaba separadamente, y cada análisis publicado correspondía a una media de tres ensayos realizados, cuenta Nadja que defendió su tesis doctoral sobre la contribución científica del alemán. Probablemente no exista otro investigador que haya realizado tantos análisis químicos de la flora nacional en el siglo XIX. También puede considerárselo como uno de los precursores de la etno-farmacología.

El naturalista consideraba importante la sistematización y el estudio de las tradiciones populares del uso de las plantas medicinales como estrategia para la investigación y la comprobación de sus propiedades terapéuticas. Siempre que le era posible, mencionaba los nombres científicos, popular y el que le daban los indígenas.

Peckolt vivió durante 17 años entre Cantagalo y Friburgo, en el interior de Río. Estudió la flora del Bosque Atlántico en las provincias de Espíritu Santo, Río de Janeiro y Minas Gerais. Luego se mudó a Río, dónde tuvo una de sus varias farmacias. Nunca regresó a Alemania, y se reconocía brasileño. Sólo se quejaba porque sus descubrimientos, relativos al uso medicinal de las plantas eran muy poco utilizados por la población, dice Nadja.

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