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Comunicación

Un momento de transición

La abundancia de noticias online rehace los espacios y los roles del periodismo científico

088-090_jornalismos cientifico_236Nelson ProvaziEn febrero de 2012, el periódico español Público dejó de publicar la edición impresa y mantuvo únicamente la versión digital. Una de las 126 personas despedidas fue la editora de Ciencia, Patricia Fernández de Lis, quien trató de darle forma a una alternativa en la que ya venía pensando. Al ver que las noticias de ciencia atraían a muchos lectores, ella formó un equipo, consiguió patrocinadores y creó el sitio web Materia, presentado en julio de 2012, con noticias de primera mano sobre ciencia y tecnología. En un año había  un millón y medio de usuarios únicos y acuerdos para republicar de su contenido en alrededor de 200 periódicos de países de lengua española. En septiembre de 2014, el diario El País, el de mayor circulación de España, empezó a republicar con exclusividad las noticias de Materia y Fernández de Lis asumió el cargo de redactora jefe de Ciencia y Tecnología de este periódico, donde había trabajado antes de ir a Público.

La trayectoria de Materia ejemplifica el impacto de internet sobre el noticiario no sólo de ciencia, sino también de otras áreas. Ahora, a través de los ya no tan nuevos medios de comunicación digitales –sitios web, blogs y redes sociales–, las noticias se difunden de manera casi instantánea, escritas tanto por periodistas como por científicos y otros interesados por ciencia. Hans Peters, docente de periodismo científico de la Universidad Libre de Berlín, en un artículo publicada en la revista Mètode Science Studies Journal, observó que el mundo digital ha dejado atrás el modelo clásico de comunicación masiva, por el cual una información se transmite de un emisor –en este caso, el investigador–, a través de los periodistas, al público, que dejó de ser completamente pasivo. Internet permite que el lector propague, comente o corrija noticias inmediatamente después leerlas.

Espacios antes ocupados por periodistas se perdieron dentro de una crisis global del periodismo tradicional: decenas de publicaciones en Brasil, en América Latina, en Estados Unidos y en los países de Europa eliminaron sus versiones impresas, y con ellas, sus secciones de ciencia, como consecuencia de la migración de los lectores hacia las publicaciones online. No obstante, otros espacios, no emergieron. Revistas científicas tales como Science, Nature y Lancet tenen actualmente sus propios blogs y les brindan mayor espacio a reportajes en formato periodístico, con diversas fuentes de información y una visión general de un tema. Este año, la revista semanal Nature empezó a distribuir un boletín diario con sugerencias de reportajes publicados en otras revistas o periódicos.

A su vez, las instituciones de investigación científica están asignándole mayor valor a la comunicación directa con el público a través de sus propios sitios web y de redes sociales, salteándose la intermediación del periodista de diarios, revistas y sitios web noticiosos no institucionales. En Estados Unidos, de manera más intensa que en Brasil, universidades, organismos de fomento como la National Science Foundation y centros de investigación como la Nasa, la agencia espacial, distribuyen noticias, videos, imágenes y material didáctico entre el público académico y el no académico. En abril y mayo de este año, científicos ingleses debatieron en la Royal Society, la academia británica de ciencias, sus estrategias de divulgación de novedades científicas a través de revistas que publican artículos científicos (y no reportajes) y presentaciones dirigidas tanto al público en general como para científicos.

La expansión de los medios digitales sugiere que ahora cualquier persona puede escribir sobre ciencia ‒en Brasil, el total de blogs de ciencia varía de 105, de acuerdo con un estudio de la Universidad Federal de Minas Gerais, a 210, cifra obtenida mediante datos mapeados en Google, en portales de blogs y en registros de periodistas– y promueve una ampliación de los roles de los periodistas. Al darle forma a Materia, Fernández de Lis tuvo que hacer algo que no hacía antes: contar con su prestigio profesional para conseguir patrocinadores, negociar acuerdos de reproducción del contenido online y gestionar presupuestos de manera tal que el sitio web se mantuviera y publicase, como actualmente, cinco reportajes diarios. Al revisar su experiencia, le comentó a Pesquisa FAPESP que “formar un buen equipo, con personas en las que se pueda confiar, y producir información de alta calidad” son acciones fundamentales para obtener credibilidad y visibilidad.

¿Promover o inspeccionar?
En 2013, en el marco la 8ª Conferencia Mundial de Periodistas de Ciencia, organizada por la Federación Internacional de Periodistas de Ciencia (WFSJ, por sus siglas en inglés) en Finlandia, se puso de relieve la necesidad de que los periodistas sean flexibles, dominen las herramientas de producción de contenido online y trabajen más intensamente con otros comunicadores de ciencia para crear nuevos modelos de periodismo científico (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 211). En la conferencia de este ano, realizada en junio en Corea del Sur, en uno de los debates se abordó cuál debería ser el rol de los periodistas de ciencia: ¿promover la investigación científica o inspeccionar el trabajo de los científicos? Como en un tribunal, cada grupo defendía un punto de vista y los presentes en el auditorio cambiaban de lado a medida que se convencían de la argumentación de uno o de otro. No se arribó a un consenso, pero la conclusión con mayor cantidad de adhesiones indicó que “no se debe aceptar sin cuestionamientos lo que muestran los científicos”, dijo Bernardo Esteves, reportero de Ciencia de la revista Piauí que participó en el debate.

“Los investigadores en general ven a los periodistas como sus portavoces, pero deberíamos dejarle más espacio a una discordancia sana y a una apreciación más crítica de los resultados de la investigación científica”, afirma Esteves. Es la misma postura de la periodista Susan Watts, editora de Ciencia de un programa de televisión de uno de los canales de la BBC, del Reino Unido, despedida en noviembre de 2013, cuando su cargo fue extinto. “Necesitamos al periodismo científico para sopesar los valores y los vicios de la ciencia”, escribió en abril de 2014 en Nature. Según Watts, el noticiario debería ofrecer una perspectiva crítica y una visión bien informada acerca de lo que desea la sociedad con respecto a la ciencia, sin dejarse llevar apenas por la fascinación de los descubrimientos.

Peters, de la Universidad de Berlín, reconoce que aunque los científicos y los propios lectores estén produciendo o reproduciendo noticias, resulta improbable que el periodismo muera, ya que su tarea esencial de informar con distanciamiento, difícilmente podrá ser reemplazada las otras formas de comunicación pública. Según el investigador, la autopresentación de la ciencia, por medio de blogs de científicos y de instituciones, no podrá sustituir con la misma credibilidad al periodismo como observador externo de la ciencia.

Artículos científicos
PETERS, H. P.  The two cultures scientists and journalists, not an outdated relationship. Mètode Science Studies Journal. v. 4, p. 163-9. 2014.
WATTS, S. Society needs more than wonder to respect science. Nature. v. 208, p. 151. 10 abr. 2014.

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