Los productores rurales brasileños contarán con un importante aliado a partir de 2003, cuando el desarrollo de motores aeronáuticos impulsados con alcohol hidratado – encabezado por dos empresas nacionales competidoras: Indústria Aeronáutica Neiva, vinculada a Embraer, y Aeroálcool– se convierta en realidad. Los aviones agrícolas se utilizan para sembrar y pulverizar plantaciones, pero su uso en Brasil es aún limitado, en función de su alto costo operativo. Los motores impulsados con alcohol podrán transformarse en el aliento que faltaba para masificar el uso de este tipo de avión, ya que el nuevo combustible reducirá considerablemente el costo de operación.
“El valor pagado por el agricultor para la pulverización experimentará una reducción de hasta un 35%. En la zona productora de caña de São Paulo, por ejemplo, el precio caerá de 25 reales por hectárea a alrededor de 16 reales”, afirma James Waterhouse, socio director de Aeroálcool, con sede en Franca (interior de São Paulo). Según el empresario, alrededor del 70% de los trámites relacionados con la homologación en el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) del nuevo motor a alcohol – los modelos Lycoming O-540 (260 HP) y IO-540 (300 HP) –, ya han finalizado.
Los ensayos de vuelo fueron realizados con un Piper Pawnee PA-25-260. “Esperamos entregar los primeros motores dentro de seis u ocho meses”, afirma Waterhouse. El proyecto del avión de alcohol de Neiva, una versión del modelo agrícola Ipanema EMB-202, estará volando en diciembre de este año. “Con el lanzamiento del nuevo modelo, en fase de certificación, esperamos aumentar en un 25% las ventas del Ipanema”, dice Fabiano Zacarelli, gerente comercial de la empresa. El arranque en frío y la corrosión, los dos principales problemas para la adopción de este combustible, han sido solucionados con la adición de una bomba inyectora de gasolina y un revestimiento de las piezas del motor con materiales resistentes, tales como teflón y cerámica.
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