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Política C&T

Un programa para impulsar la producción cooperativa

El Tidia desarrollará diversos proyectos, tales como el de tecnología de red, el de la incubadora de contenidos y el de aprendizaje a distancia

El programa Tecnología de la Información en el Desarrollo de Internet Avanzada (Tidia), patrocinado por la FAPESP, comienza a prepararse para lanzar sus primeros proyectos. El programa tiene como objetivos el desarrollo de la investigación inducida en las áreas de ingeniería de red, control de tráfico, comunicación óptica y software, entre otras, en asociación con la iniciativa privada, y, sobre todo, la formación de especialistas en tecnología de red, Internet y telecomunicaciones. Los proyectos que comienzan a ser implementados fueron concebidos a partir del análisis de las 123 propuestas presentadas ante la Fundación en respuesta a la convocatoria lanzada en octubre del año pasado.

El primer proyecto que, en rigor, suministrará la base de operación del programa, prevé la utilización de una red de fibra óptica de extensión estadual, con una velocidad de hasta 400 gigabits/segundo, para el desarrollo de investigaciones tecnológicas y comunicación académica y educativa. “Será un laboratorio de estudios de comunicación óptica y aplicaciones especiales de Internet que requieran de la interacción entre especialistas”, explica Hugo Fragnito, de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), coordinador del proyecto. La red física ya se encuentra disponible: el Departamento de Carreteras S. A. (Dersa, sigla en portugués), y otras empresas, le cedieron a la FAPESP el uso de cables ópticos y de las fibras que corren junto a las principales carreteras paulistas. “Ahora tenemos que hacer la interconexión, de manera tal que la fibra llegue hasta las universidades e institutos de investigación que formarán parte del proyecto”, dice Fragnito. La interconexión entre los cablesópticos de las empresas y los centros de investigación será financiada por la Fundación.

Una vez consolidada esa infraestructura, la red estará disponible para el desarrollo de aplicaciones tales como telemedicina, videoconferencias en alta definición y hardware para redes ópticas, además de estudios sistémicos, como seguridad de redes o criptografía cuántica, para citar solamente algunos ejemplos. “Esperamos contar con el acceso a la fibra antes del final de este año”, prevé Fragnito, con relación al inicio de las operaciones.

Estados Unidos utiliza una red de fibra óptica -Abilene-, para el funcionamiento de Internet 2, un programa implementado por un consorcio que reúne a 180 universidades y 45 empresas norteamericanas: el University Consortium for Advanced Internet Development (Ucaid). La infraestructura óptica del Tidia tendrá características distintas e innovadoras, ya que permitirá soportar varias redes operando simultáneamente. Para ello se utilizarán cables ópticos de fibras múltiples, que efectuarán la interconexión de varios puntos y, en cada fibra, será posible transmitir láseres en diferentes longitudes de onda, lo que permitirá probar diversas estructuras de conexión, así como también de redes lógicas.

Incubadora de contenidos
El segundo proyecto del Tidia es el de creación de una incubadora de contenidos, tales como software, material didáctico, libros, etc. El objetivo es fomentar la creación cooperativa de contenidos digitales en torno a la información abierta y, al mismo tiempo, diseminar el uso de contenidos en portugués en Internet, de acuerdo con Imre Simon, de la Universidad de São Paulo (USP), coordinador del proyecto. El desarrollo de software abiertos constituye una solución estratégica: éstos funcionan en cualquier ambiente, y contribuyen para la formación de recursos humanos y la identificación de liderazgos de acuerdo a sus méritos. “Es más fácil hacer ingeniería reversa y armar una empresa de hardware que de software, que es más complicado”, observa Fragnito.

El proyecto se inspiró en la constatación de que muchas de las propuestas presentadas a la FAPESP enfatizaban la necesidad de desarrollar software libres, de código abierto, de manera tal de ampliar su disponibilidad e incentivar su producción cooperativa. El principal servicio de la incubadora será hospedar proyectos de creación de contenidos académicos, apoyados en infraestructura ágil y eficiente, sin burocracias, que atiendan las demandas de la comunidad académica. La FAPESP, de acuerdo a Simon, licitará y financiará el establecimiento y la operación de la incubadora virtual. La inscripción de proyectos será libre, pero obedecerá a normas que serán elaboradas para tal fin. “La comisión entiende que solamente deberán proponerse a la FAPESP proyectos que sean ampliamente apoyados por la comunidad y que traigan aparejadas expectativas claras de mejoras sustanciales en las actividades académicas y tecnológicas relativas a Internet avanzada”, acota.

La definición de los proyectos se concretará luego de una amplia consulta a la comunidad. Una de las propuestas que está siendo evaluada por la comisión, por ejemplo, fue presentada por la Escuela del Futuro de la Universidad de São Paulo (USP), que mantiene un acervo con centenas de títulos de libros, cuyos autores murieron hace más de 70 años y que, por lo tanto, ya no se encuentran bajo la protección de la Ley de Derechos de Autor. La gran mayoría de esos títulos no tiene más atractivo comercial y, pese a su inestimable valor, éstos solamente pueden hallarse en librerías de libros usados. La idea que está siendo analizada es la posibilitar la codificación de los contenidos de esa biblioteca virtual en el ámbito de la incubadora, de manera tal de ponerlos a disposición del mayor número posible de interesados. “Existen exitosas experiencias de ese tipo, como el proyecto Gutemberg, en Estados Unidos”, recuerda Simon.

Las licencias de uso de contenidos se regirán de acuerdo a las normas legales de propiedad intelectual vigentes. No obstante, la prioridad de la incubadora es el incentivo a la creación y diseminación de contenidos ampliamente disponibles, explica Simon.

Los proyectos incubados podrán pedir auxilio a la fundación -en el marco de programas tales como el Programa de Innovación Tecnológica en Pequeñas Empresas (PIPE) o el Asociación para Innovación Tecnológica (PITE, sigla en portugués), por ejemplo- para ampliar sus actividades. Las propuestas serán evaluadas teniendo en cuenta los resultados ya obtenidos en el desarrollo y la diseminación de contenidos, la demanda de financiamiento, la relevancia y las competitividad del proyecto. En caso de haya demanda suficiente, el programa Tidia podrá establecer líneas específicas de financiamiento para el desarrollo de contenidos en el ámbito de la incubadora.

Aprendizaje en red
Los contenidos desarrollados en la incubadora, así como también los del tercer proyecto del Tidia, de implementación de programas de aprendizaje en red (e-learning), serán distribuidos en la comunidad académica a través de la red de fibra óptica (test-bed). El e-learning es una de las áreas más prometedoras de Internet. El proyecto, que está empezando a ser estructurado, prevé tanto el desarrollo de herramientas para la producción de contenidos como la propia generación de contenido educativo, para atender las necesidades de aprendizaje vía red de la comunidad académica paulista.

La idea es construir una herramienta común a partir de software abiertos, haciendo que converjan los distintos esfuerzos de investigación, con el objetivo de especificar, desarrollar y distribuir un conjunto único de herramientas para e-learning, partiendo de software abiertos, con miras a la producción, mantenimiento y gestión de contenidos de educación y aprendizaje. “Otro aspecto importante es la producción de contenido didáctico de apoyo a la propia enseñanza presencial y a la enseñanza distancia”, subraya Wilson Ruggiero, de la USP, coordinador del proyecto.

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