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INGENIERÍA AGRÍCOLA

Un robot elimina plantas invasoras e insectos plaga que perjudican los cultivos

La solución, desarrollada por una empresa brasileña, se está empleando en propiedades rurales de Brasil, Estados Unidos y Canadá

El aparato, dotado de inteligencia artificial y visión por computadora, se manipula por control remoto y puede operar las 24 horas

Solinftec

La central de azucarera y energética Cruz Alta, situada en la localidad de Olímpia, en el oeste paulista, cuenta ahora con un aliado en el control de las plantas invasoras que minan la productividad de sus cañamelares. Desde abril de 2024, dicha unidad, perteneciente al grupo francés Tereos, emplea en carácter experimental dos plataformas robóticas autónomas, de 2,5 metros (m) de altura, 2 m de profundidad y 12 m de envergadura, para fumigar las plantaciones con herbicidas. Merced a su sistema de inteligencia artificial (IA), visión por computadora, sensores y otros recursos tecnológicos, el robot Solix AG Robotics determina una diferencia entre el cultivo agrícola de interés y las especies de malezas, y aplica el pesticida en forma selectiva.

“Los resultados de las primeras pruebas del proyecto piloto son prometedores. Registramos una disminución de alrededor del 50 % en el uso de defensivos agrícolas”, dice el ingeniero agrónomo José Olavo Bueno Vendramini, superintendente de Excelencia Agronómica y Negocios Agrícolas de Tereos. “Proyectamos que esta innovación tendrá un impacto positivo en la productividad agrícola a mediano y largo plazo, con una disminución de malezas y un crecimiento sano de la caña de azúcar”. Tereos es pionera en el uso de Solix en los cañamelares. Diversos estudios muestran que la infestación de plantas invasoras puede menguar en un 40 % la productividad de este cultivo agrícola.

Solix AG Robotics fue desarrollado por Solinftec, una empresa brasileña fundada en 2007 por siete ingenieros cubanos que migraron a Brasil con la intención de diseñar soluciones de automatización destinadas al sector de azúcar y alcohol. El fabricante, con sede en la ciudad de Araçatuba (São Paulo), es un referente en innovaciones basadas en robótica e IA para el campo. Y posee centros de tecnología en Estados Unidos y en China, y oficinas comerciales en Canadá y Colombia.

Tereos es uno de los 20 clientes de Solinftec en el mundo que utilizan Solix. A finales de 2024, 40 robots se encontraban en actividad en Brasil –en São Paulo, Goiás, Bahía, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul– y otros 50 operaban en Estados Unidos y en Canadá. Aparte de operárselo en los cañamelares, este aparato, que salió al mercado en 2023 a un precio de alrededor de 350.000 reales, está aplicándose en pasturas y en cultivos de algodón y granos. Uno de los primeros clientes para la soja es el grupo Baumgart. En septiembre, 10 unidades de Solix pusieron en marcha su operación en una propiedad rural del estado de Goiás de 13.000 hectáreas. En el medio oeste estadounidense, los robots operan en los cultivos de maíz y de soja.

Un cazador nocturno
El desarrollo de Solix empezó en 2019. “Participaron en el proyecto nuestros equipos de investigación y desarrollo de Brasil −en ese caso compuesto por alrededor de 50 técnicos e investigadores− y de Estados Unidos, unas 20 personas. Allá, nuestra unidad está ubicada en Lafayette, en el estado de Indiana, y mantiene un convenio con la Universidad Purdue”, comenta el ingeniero agrónomo Bruno Pavão de Assis, jefe de Operaciones Robóticas de Solinftec.

La plataforma, según lo consigna Pavão, se pensó para disminuir el uso de agrotóxicos y promover la sostenibilidad en el campo. Dotada de paneles solares y baterías, está compuesta por tres módulos: Scouting, Sprayer y Hunter. “El objetivo del Scouting es efectuar un mapeo de datos del cultivo y su monitoreo. Al recorrer las hileras del cultivo, informa sobre la población de plantas por hectárea, la tasa de crecimiento de las mismas y si hay infestación de plagas y malezas, por ejemplo”, explica.

El Sprayer se encarga de la fumigación con herbicidas, en tanto que el Hunter, totalmente desarrollado en el país –el Scouting y el Sprayer constituyeron un proyecto conjunto con la unidad de Lafayette–, es un robot de operación nocturna enfocado en la eliminación de insectos plagas en su fase adulta. “Mediante longitudes de onda específica, atrae a los insectos y los aniquila con descargas eléctricas”, dice Pavão. “Hasta donde sabemos, no existe otra solución robótica en el mundo con estas tres características del Solix.”

Al recorrer el cultivo por las noches, el Hunter combate insectos antes que los mismos lleguen a su fase de oviposición, es decir, la salida de los huevos del cuerpo de las hembras. El objetivo es controlar poblaciones de polillas, coleópteros y saltamontes, entre otros insectos perjudiciales para la agricultura.

SolinftecUna versión del robot se proyectó con el objetivo de controlar a los insectos que constituyen plagas de hábitos nocturnosSolinftec

El diseño de este módulo contó con el apoyo del Grupo de Investigación en Manejo Integrado de Plagas en la Agricultura (Agrimip) de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), con sede en la ciudad de Botucatu. “Participamos desde la concepción de la idea hasta la realización de las pruebas de efectividad de la tecnología”, dice la ingeniera agrónoma Regiane Cristina de Oliveira, coordinadora del Agrimip.

“En el laboratorio, concretamos la liberación de insectos blanco e investigamos si el aparato era capaz de atraerlos. Probamos también las frecuencias de luz para saber cuáles serían las más adecuadas. Una de nuestras preocupaciones consistía en saber si la tecnología no podía potencialmente atraer a polinizadores tales como las abejas”, declara De Oliveira, quien pone de relieve que los resultados obtenidos ya se han dado a conocer en congresos y eventos científicos del área.

Para el ingeniero agrónomo Raul Guedes, del Departamento de Entomología de la Universidad Federal de Viçosa (UFV), en Minas Gerais, el fototropismo positivo (atracción por la luz) es un fenómeno conocido y documentado entre los insectos nocturnos, y es incluso el principio que rige el empleo de las trampas luminosas. Guedes destaca también que la mortalidad de insectos mediante descargas eléctricas es un principio común, que se aplica en las raquetas eléctricas populares utilizadas contra los mosquitos.

“La curiosidad en este caso es un robot que emite el rango de luz de interés y atrae a los insectos plaga alados”, afirma Guedes, quien no participó en el desarrollo de Solix. “Pero hay que ser cautelosos. La atracción que ejerce la luz en los insectos es reconocidamente poco selectiva, y puede provocar la eliminación potencial de varias especies de insectos, incluso de algunos beneficiosos, como las avispas y las moscas parasitoides de hábitos nocturnos.”

Gracias al aparato tecnológico empotrado en Solix AG Robotics, su operación puede concretarse a distancia. Para desplazarse sin pisar sobre las líneas de la plantación, Solix se vale de GPS de alta precisión, que reduce el error de posicionamiento a pocos centímetros, y cámaras con visión por computadora. La inteligencia artificial de la plataforma, basada en redes neuronales convolucionales (algoritmos de aprendizaje profundo que reconocen imágenes), también ayuda en la conducción del robot y en la identificación de las plantas invasoras. Se emplean sensores de infrarrojo para la navegación nocturna.

“El robot pasa las 24 horas en el cultivo”, dice Pavão. Aparte de la potencial disminución del uso de agrotóxicos –ya que la fumigación solo se concreta en donde se detecta la presencia de malezas–, el ingeniero destaca que el aparato evita la deriva, que es el desvío de la trayectoria de las gotas de pesticida fuera del cultivo.

Esto sucede por tres motivos: Solix Sprayer opera a una velocidad más baja que las máquinas convencionales empleadas en la fumigación, emplea electroválvulas de rápido accionamiento en las puntas del fumigador, que disminuyen la interferencia del viento en la formación de las gotas, y posee un sistema que provee información sobre la velocidad del vento y recomienda los mejores horarios de fumigación.

Este artículo salió publicado con el título “Los robots saltan al campo” en la edición impresa n° 347 de enero de 2025.

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