Imprimir Republish

Propiedad Industrial

Un seguro contra robo

El Gobierno divulga una lista de 3 mil especies vegetales brasileñas para evitar la apropiación de sus nombres en el exterior

Las oficinas de registros de marcas y patentes de diversos países recibirán un software con una lista de 3 mil  nombres científicos de especies vegetales tradicionales del Brasil, como cacao, piñón, umbu, cajá, cupuaçu, maracuyá, açaí, acacia, araucaria, macela de la tierra y canela de olor. El objetivo es evitar registros de marcas de productos típicos brasileños por empresas de mala fe, que bloqueen el acceso del país a mercados internacionales. La lista es el resultado de dos años de trabajo del Grupo Interministerial de Propiedad Intelectual (Gipi), que reunió representantes de ocho ministerios. La idea de crear un índice de especies nacionales surgió después de una batalla judicial llevada a cabo por el gobierno brasileño contra la empresa nipona Asahi Foods, que consiguió registrar la marca cupuaçu y bloquear la venta de productos brasileños hechos con la fruta tropical de sabor exótico en los mercados del Japón, de los Estados Unidos y de Europa. Quien quisiese usar el nombre tendría que pagar un impuesto a la compañía japonesa. Una asociación entre la diplomacia brasileña y organizaciones ambientalistas consiguió cancelar el registro en la Justicia japonesa, pero el caso mostró la necesidad de prevenir nuevas investidas.

En posesión de la lista de 3 mil nombres, las oficinas de las marcas podrán saber si hay apropiación de nombres comunes asociados a la biodiversidad existente en Brasil cuando un pedido fuera requerido. Todas las legislaciones de marcas respetan los nombres naturales o palabras comunes como siendo registrables como marca en aquellas categorías a las que ellas se refieren. No se trata de una innovación en la legislación, sino de una información adicional para permitir que el examen del registro sea bien ejecutado, afirma Roberto Jaguaribe, presidente del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). El interés es mutuo. Nosotros queremos evitar que los mercados se cierren para  nuestros productos. Ya las oficinas tienen como misión el impedir que sus consumidores sean obligados a comprar productos de empresas que obtuvieron la exclusividad abusiva de un derecho, dice. La relación también será encaminada a organismos internacionales como la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La lista del Gipi fue presentada el 22 de mayo, el día mundial de la biodiversidad, pero sus efectos se vinculan más con respecto a la propiedad industrial de que a la prevención de la bio-pirateria. La relación de nombres se limita a especies vegetales, que efectivamente tienen valor comercial. En los casos de especies animales, el valor comercial de los nombres es reducido o insignificante, dice Roberto Jaguaribe. Un análisis de la lista muestra que su concepto de biodiversidad brasileña es elástico. Ahí constan nombres de especies de enorme interés comercial que no son nativas del Brasil, como es el caso del café. Por fin, la lista se restringe al registro de marcas y no tiene utilización, por ejemplo, para enfrentar denuncias de realización patentes indebidas, como el registro por una empresa estadounidense de dos principios activos, uno analgésico y otro vasodilatador, retirados de la secreción de un sapo de la Amazonia. La empresa extrajo las substancias del animal y las patentó, pasando a producirlas sintéticamente.

La lista contempla 3 mil nombres científicos de especies vegetales, que se desdoblan en cerca de 5 mil nombres comunes y sus variantes como aipim, macaxeira, yuca. Contiene, en algunos casos, los nombres en inglés de las especies. Eso también puede auxiliar el trabajo del examinador de marcas extranjero, explicó Manuel Lousada, secretario substituto de Tecnología Industrial del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio (MDIC). Se estima que menos de una centena de especies esté bajo el riesgo de apropiación indebida. Pero, como la lista servirá como elemento de defensa en procesos judiciales, el Gipi decidió hacer una relación más amplia, capaz de anticiparse a los problemas que hoy no pueden ser vislumbrados. En la relación constan especies de bromelias, de uvas y de hierbas medicinales. Con la participación cada vez mayor del Brasil en el comercio internacional, la tendencia es que surjan falsificaciones de nuestras marcas conocidas, dice Roberto Jaguaribe.

La iniciativa brasileña tiene un precedente en el Perú, que ya montó un banco de datos semejante y crió una comisión para investigar registros de productos de su biodiversidad en oficinas de marcas y patentes de Europa, Japón y Estados Unidos. Fueron identificados cerca de 500 registros. La ministra del Medio Ambiente, Marina Silva, anunció en el lanzamiento de la lista que pretende ahora ampliar la discusión a otros países vecinos vinculados a la Organización del Tratado de Cooperación de los Países Amazónicos (Otca). No somos solamente nosotros los que tenemos la andiroba. Otros países amazónicos también lo tienen, afirmó Marina.

Republicar