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Tecnociencia

Un vergel en el Bosque Atlántico

Quien estudia a los monos pasa mucho tiempo mirando para lo alto. Como no siempre consiguen encontrarlos en los árboles ni capturarlos, los estudiantes de los primates a veces tienen que contentarse con lo que encuentran en el piso: restos de frutos descartados o heces. La bióloga de la Universidad de São Paulo Milene Martins hizo todo eso con los monitos en el interior de São Paulo. Con la ayuda de un asistente de campo, ella observó durante un año más de 2 mil eventos de alimentación, recogió 250 muestras de heces y estudió frutos consumidos por los simios. Milene descubrió que, a pesar de que ocupan la misma área, los mayores monos brasileños se diferencian en la selección de los frutos. Los conocidos como “bugios” come más hojas y son selectivos. Mientras que los “muriquíes” se da mejor con frutas secas o espinosas y se alimentan de una mayor variedad de ellos, según un estudio publicado en Primates. El artículo ayuda a entender como esos animales conviven en un ambiente cada vez más reducido.

 

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