Un zoológico de Inglaterra ha recurrido a un artificio para incentivar la procreación de sus flamencos: espejos. Esparcidos por el Flamingo Park, situado la isla de Wight, Hampshire, los espejos tienen el objetivo de crear la ilusión de compañía. El zoológico no ha logrado que los flamencos rosados se reproduzcan. Las aves han llegado incluso a poner huevos, pero han mostrado ser unos padres desnaturalizados. “Arrojaban los huevos fuera de los nidos y jugaban al fútbol con éstos, empujándolos con los picos, y luego los aplastaban”, cuenta la portavoz del parque, Lorraine Adams. En su hábitat natural, en los lagos salados de África, el flamenco menor (Phoeniconaias minor) vive en grupos de millares.
Pero en el Flamingo Park, solamente hay 34 ejemplares. Este bajo número puede ser la causa del fracaso. Una campaña movilizó a la población local, y el parque reunió 50 espejos para crear una “bandada de imágenes”. Pese a que la revista Nature (del 19 de marzo) relate que un artificio similar ya ha sido utilizado anteriormente sin éxito, los autores de la idea confían en que esta vez todo salga bien.
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