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Tecnociencia

Una dependencia atrae a la otra

Los adictos a las bebidas alcohólicas o a las drogas corren el riesgo de tornarse también adictos a los juegos de azar, a las loterías, bingos y juegos electrónicos. Entre la población en general, la prevalencia de tahúres – aquellos que perdieron el dominio sobre el tiempo y el dinero gastados en los juegos de azar – varía del 1% al 4%. Pero fue mucho más alta (del 18,9%) en un grupo de 74 personas dependientes del alcohol, la cocaína o el crack y la marihuana en tratamiento en los servicios públicos de salud, de acuerdo con un estudio de investigadores de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y de la Universidad de São Paulo (USP). Otro 10,8% se encajó en una categoría intermedia: la de jugadores problema. La mayoría (el 70,3%) integra una categoría más benigna: la de jugadores sociales, para los cuales el juego no compromete sus vidas: apuestan poco y no les importa perder, pues pretenden solamente divertirse.

La comorbidad – la existencia de dos trastornos de salud al mismo tiempo en el mismo individuo – puede verse con manifestaciones de comportamientos impulsivos e incontrolables, cuando se busca el placer por medio de gratificaciones temporales. Puede darse un intercambio de dependencia: la persona se aleja de la bebida o de la droga pero se acerca al juego o comienza a comer o comprar compulsivamente; cambia solamente el objeto de deseo, no el comportamiento impulsivo, asevera Maria Paula Tavares de Oliveira, investigadora de la USP y una de las autoras de este estudio, publicado en la Revista de Saúde Pública. Dice así: “Quienes trabajan en la prevención o en el tratamiento de la dependencia de alcohol o de drogas podrían estar atentos, para detectar y tratar también al juego patológico, que en general acomete a hombres y mujeres de más de 40 años, y ocasiona serios problemas sociales, familiares, económicos y de salud”.

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