Ecologistas y economistas alemanes preparan un plan junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para intentar evitar que el Mar de Aral, en Usbekistán (Asia), se seque por completo. El lago, que ya llegó a ser el cuarto cuerpo de agua interno del mundo, empezó a encogerse en los años 60, cuando la entonces Unión Soviética desvió el agua de algunos ríos que lo abastecían para irrigar a grandes campos de cultivo de algodón. La situación se volvió tan crítica que actualmente es común ver barcos oxidándose encallados en una arena tóxica, repleta de pesticidas. Ahora, investigadores del Centro para el Desarrollo de Investigaciones de Bonn, Alemania, planean racionalizar el uso del agua y de la tierra en la región, según la revista Nature (del 23 de agosto). Por ejemplo: parte de los campos de algodón será convertida en bosques y vallas forestales. Una agricultura más eficiente permitiría producir idéntica cantidad de algodón en una menor extensión; así no sería necesario destinar tanta agua al riego. Los alemanes trabajarán junto con investigadores de universidades de Usbekistán y contarán con una partida de 2,7 millones de dólares del Ministerio de Ciencia de Alemania, prometida para el año próximo.
Republicar
Edición impresa
Actual | Anteriores
