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Tecnociencia

Una estrategia para el futuro

El primer vehículo brasileño impulsado por una célula de combustible ya está siendo montado en el Centro Nacional de Referencia en Energía de Hidrógeno (Ceneh) instalado en el Instituto de Física (IF) de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp). El proyecto, aprobado en noviembre, recibió un financiamiento de 400 mil reales del Ministerio de Minería y Energía (MCT), en el marco del Programa de Fomento al Proyecto de Aplicaciones de Tecnologías de Energía Renovable. El vehículo es una van, derivada del prototipo anterior, llamado Vega, que fue armado en el Laboratorio de Hidrógeno del IF arriba de un chasis de una Kombis.

Este prototipo fue diseñado para funcionar con un motor eléctrico, que extrae energía de un motor generador abastecido con hidrógeno acondicionado en cilindros. Pero ahora recibirá una célula de combustible, dispositivo que funciona con hidrógeno y genera energía eléctrica, dejando como residuo únicamente agua pura. El hidrógeno puede tanto ser retirado de cilindros como de otros combustibles, como el alcohol (etanol), la gasolina y el gas natural.

“La célula alimentará a las baterías que accionan el motor eléctrico”, explica Ennio Peres da Silva, secretario ejecutivo del Ceneh. El centro no tiene aún tecnología suficiente para desarrollar un prototipo de célula de combustible. “Vamos a comprar la célula a una de las dos empresas brasileñas que la desarrollan (UniTech y Electrocell, firmas que reciben financiamiento de la FAPESP) o a importarla”. El dominio de esta tecnología, que también puede suministrar energía eléctrica a equipos estacionarios, se encuentra en desarrollo en varios países. Es un tema considerado estratégico para el futuro en términos energéticos.

En ese sentido, el Ministerio de Ciencia y Tecnología instituyó en noviembre el Programa Brasileño de Sistemas de Células de Combustible, que agrupará a instituciones de investigación y empresas. El programa contará este año también con 10 millones de reales en recursos de los fondos sectoriales de petróleo, energía e infraestructura. Según el MCT, la inversión mundial en células de combustible para el próximo año será del orden de los 590 millones de dólares.

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