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Inmunoterapia

Una reacción exagerada

Kit de diagnóstico innovador monitorea la evolución de la alergia respiratoria

Los minúsculos ácaros presentes en el polvo doméstico son responsables por más del 80% de los casos de pacientes con alergia respiratoria, principalmente asma y rinitis alérgica. Dos proteínas, la Der p 1 y la Der p 2, presentes en ese arácnido llamado Dermatophagoides pteronyssinus, pariente de las arañas y de las garrapatas, son señaladas por los especialistas como las principales responsables de activar las células de defensa del organismo y provocar la inflamación de la nariz, la garganta y los pulmones. Uno de los tratamientos utilizados para combatir la alergia respiratoria es la inmunoterapia con alérgenos, sustancias que provocan reacción alérgica en algunas personas y se utilizan en concentraciones crecientes hasta alcanzar la dosis de mantenimiento en vacunas. “Actualmente, los especialistas que tratan a sus pacientes con este tipo de inmunoterapia siguen como parámetro la mejora de los síntomas clínicos”, dice el profesor Ernesto Akio Taketomi, del Laboratorio de Alergia e Inmunología Clínica de la Universidad Federal de Uberlándia (UFU), en Minas Gerais, coordinador de una investigación que resultó en el  desarrollo de una serie de pruebas innovadoras para diagnosticar la alergia y monitorear pacientes en tratamiento. Esto significa que todas las etapas de la manifestación alérgica pueden seguirse minuciosamente con la evaluación del laboratorio.

Por la nueva técnica, con un sencillo examen de sangre es posible detectar si anticuerpos específicos inducidos por proteínas de la misma especie de ácaro pertenecen principalmente al grupo 1, a Der p 1, o al grupo 2, a Der p 2. Los tratamientos realizados hoy en día no tienen en consideración si el paciente es alérgico a la proteína del grupo 1 ó 2 de ese ácaro. “Estamos tratando igualmente a pacientes diferentes”, dice el investigador.

El método también es capaz de señalar la fase en que se encuentra la enfermedad, mediante la detección del nivel de tres anticuerpos específicos para esas proteínas, el IgE, una clase de anticuerpos que indican la manifestación de la alergia, el IgG1 y el IgG4, otras dos clases de anticuerpos que proporcionan defensa y son producidos por el organismo naturalmente o inducidos a lo largo del tratamiento. Al comienzo de la enfermedad, cuando los síntomas alérgicos se manifiestan intensamente, deben existir anticuerpos IgE elevados y IgG1 y IgG4 bajos. Durante el tratamiento, si el paciente responde bien clínicamente, esa relación debe invertirse. La evaluación con los kits permite, con análisis de sangre, acompañar en detalles la respuesta del paciente al tratamiento.

Sensible y específico
El sistema utilizado para detectar los anticuerpos producidos por el organismo, específicos para las proteínas del ácaro, es el ensayo inmuno-enzimático reverso, o Elisa reverso, una metodología que utiliza anticuerpos monoclonales, moléculas producidas en laboratorio y que reaccionan específicamente con la proteína del ácaro. “En comparación con la metodología convencional, es más sensible y específica”, dice Taketomi.

La investigación que resultó en el kit de diagnóstico empezó en 1999. En junio de 2001, la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de Minas Gerais (Fapemig), que financia el proyecto, hizo el depósito de la patente referente a la técnica para la detección de anticuerpos IgE. Posteriormente se hicieron dos estudios para evaluar la eficacia del método propuesto. En uno de ellos participaron 47 pacientes seleccionados en el Sector de Alergia Clínica del Hospital de Clínicas de la Universidad Federal de Uberlândia.

Los resultados apuntaron que 27 individuos, correspondientes al 57,5% de los pacientes, presentaron anticuerpos para las proteínas del grupo 1 y 2. Mientras que el 42,5% restantes respondió solamente a la proteína del grupo 1 (3 pacientes, ó 6,4%), a la proteína del  grupo 2 (4, u 8,5%) y a ninguna de las dos proteínas (13, ó 27,6%). Este estudio salió publicado en el periódico Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology, de España, en abril de este año. El otro fue realizado con 73 pacientes de Itumbiara, Goiás, por la médica pediatra Meimei Queirós en el marco de su tesina de maestría defendida en el 2005, orientada por Taketomi. Los resultados fueron semejantes a los hallados en Uberlándia.

La expectativa es que los kits de diagnóstico se distribuyan a los laboratorios de análisis clínicos a partir del próximo año. La producción inicial estimada es de 20 unidades de cada uno de los nueve diferentes kits para evaluar los tipos de anticuerpos específicos para las proteínas del ácaro, totalizando la producción mensual de 180 conjuntos de pruebas. Como cada unidad podrá utilizarse para la realización de 40 pruebas, con la producción mensual prevista será posible realizar 7.200 exámenes. La producción y la venta de los kits estarán a cargo de la empresa Laboratorio de Investigación en Alergia (Alergolab), creada por Taketomi e instalada en el Centro de Incubación de Actividades Emprendedoras de la universidad de Minas Gerais.

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