Un banco de ensayos innovador serviría para mejorar la calidad de las resinas compuestas fabricadas en el país y usadas por dentistas para hacer restauraciones. El principal problema de ese material es su desgaste, provocado tanto por la masticación como por el cepillado. Usando equipos sencillos, desarrollados en la propia Universidad o comprados en el mercado, los investigadores Eduardo Carlos Bianchi y César Antunes de Freitas, de la Universidad Estadual Paulista (Unesp) de Baurú, prueban, en pocos segundos, la durabilidad de la resina a través de la fricción del material con un disco de cerámica. “Prever la durabilidad de las resinas compuestas es esencial para saber cuándo deben ser cambiadas”, dice el profesor Bianchi. Los resultados ayudarán a los fabricantes a mejorar sus productos y a los dentistas a elegir la resina más adecuada a cada tipo de tratamiento. Los investigadores recibieron apoyo financiero de la FAPESP para desarrollar el banco de ensayos. Ahora que ya está comprobada la factibilidad del invento, el mismo está siendo patentado en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) con financiación de la propia Unesp.
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