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Tecnología

Una tabla de salvación mineral

Un proceso disminuye la dispersión de las fibras de amianto y evita las enfermedades que provoca su manipuleo

El amianto, un material muy utilizado durante las últimas décadas, se transformó en un serio problema de salud pública debido a su uso como materia prima en la elaboración de productos industriales tales como tejas, tanques de agua y componentes de frenos automotores. El polvo originario de ese mineral provoca enfermedades pulmonares en los trabajadores que lo manipulan, tanto en las industrias como en los yacimientos. Es también denominado asbesto, y ha sido prohibido o autorizado con restricciones en muchos países. Pero ahora su uso podría tener un nuevo hálito de vida, pues se ha elaborado un nuevo proceso que inhibe la dispersión de partículas de sus fibras. La novedad es producto del trabajo de los investigadores del Grupo de Materiales Fotónicos del Instituto de Química (IQ) de la Universidad Estadual Paulista (Unesp) de Araraquara.

“Nosotros utilizamos una sustancia denominada coacervato, elaborada a base de un polímero inorgánico de polifosfato de sodio y cloruro de calcio. Es parecido a un gel y puede ser esparcirse sobre la superficie de amianto para envolver e inmovilizar sus fibras, de forma tal que éstas no permanezcan en suspensión en el aire durante su manipuleo”, explica el profesor Younes Messaddeq, coordinador de este proyecto.Este producto, desarrollado de una manera análoga a otros que también están surgiendo en Europa, se aplica sobre las paredes internas de las minas con anterioridad a la extracción del mineral, con brochas o en forma de spray, y así disminuye la dispersión de las fibras y partículas.

Así y todo, cabe aclarar que la aplicación de este gel no es de por sí suficiente como para evitar los problemas generados por las fibras durante el transporte y el manipuleo del amianto, pues una vez secas éstas vuelven a dispersarse. Para inmovilizarlas completamente es necesario un tratamiento térmico, un proceso también desarrollado por los investigadores de Araraquara, del cual resultó una patente, financiada por la FAPESP y depositada en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI).Este método consiste en el tratamiento de las fibras de amianto con una solución de polifosfato de sodio a diferentes temperaturas, algo innovador con relación a técnicas similares desarrolladas en el exterior.

Los procesos actuales de destrucción de las fibras de este mineral demandan temperaturas elevadas (entre 1.800 y 2.000º C), a un costo de alrededor de 1.200 dólares por tonelada. Con el nuevo método, éstas son destruidas a 300º C. “Esto reduce un 75% los costos con relación al proceso tradicional”, dice Messaddeq. “En Europa, mediante un proceso similar, los investigadores llegaron a los 1.200º C.” La adopción del proceso completo puede resultar en nuevos materiales para la construcción civil. “Son vitrocerámicas (materiales cristalizados que se asemejan a los vidrios en su aspecto visual) de elevada estabilidad térmica y mecánica, que mantienen las principales propiedades del amianto, pero con las fibras inmovilizadas”, dice Messaddeq.

Otra ventaja consiste en que esta técnica podrá usarse en el reciclaje de productos fabricados con asbesto, tales como tejas y tanques de agua, al margen de ser útil en la inmovilización de otras fibras inorgánicas que revisten riesgos para la salud cuando se las inhala, como es el caso de la fibra de vidrio.El Grupo de Materiales Fotónicos empezó a trabajar en el área en 1999, tras un debate con investigadores franceses, durante un evento internacional sobre vidrios especiales. El primer trabajo referente a este tema fue un proyecto de posdoctorado del químico Marco Antonio Utrera Martines, que abrió una nueva línea de investigación para el grupo. Con becas de la FAPESP se desarrollaron también el posdoctorado de Veronique Andries y la maestría de Daniela Grando.

En la misma área, con una beca del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), trabaja el doctorando Francisco Audísio Dias Filho. El proyecto de Martines se realizó entre 1999 y 2001, y contó con la participación de Pierre Vast, de la Universidad de Lille, Francia, que produjo las investigaciones iniciales con el coacervato.Con esta nueva técnica, los trabajadores podrán dejar de inhalar las partículas de las fibras que se desprenden del mineral y que con el correr del tiempo se van acumulando en los pulmones. Así causan enfermedades laborales como la asbestosis y el cáncer de pulmón. En el caso de la asbestosis, las fibras se alojan en los alvéolos pulmonares.

Para defenderse, el organismo deposita sobre ellas una proteína similar a un “cemento”, que cicatriza el alvéolo, lo que impide que la entrada de aire. Este proceso, que se repite durante años, puede dejar al pulmón fibroso y sin elasticidad, lo que resulta en dificultades respiratorias. El amianto, al margen de ser barato y de fácil extracción, posee propiedades físicas y químicas especiales: alta resistencia mecánica, baja conductividad térmica, resistencia a los productos químicos y estabilidad en diferentes niveles de acidez, al margen de que promueve el aislamiento eléctrico y acústico, y brinda protección contra el fuego. Debido a que reúne este conjunto de propiedades, fue utilizado como materia prima en forma intensiva durante el siglo XX en la fabricación de los más variados productos industriales. Actualmente su uso ha sido prohibido en casi todo el mundo, aunque permanece vigente con restricciones en algunos países como China y Rusia.

Modificación de la legislación
En Brasil, los estados de São Paulo, Río de Janeiro, Mato Grosso do Sul y Río Grande do Sul han aprobado proyectos de ley que prohíben el uso de este producto, en principio en las obras públicas. Con todo, en una decisión tomada el día 8 de mayo de este año, el Supremo Tribunal Federal (STF) declaró inconstitucional las leyes estaduales que prohibían la comercialización y el uso del amianto en São Paulo y Mato Grosso do Sul. La ley paulista preveía que a partir de enero de 2005 se prohibiría la importación, extracción, beneficiamiento, comercio, fabricación e instalación en todo el ámbito del estado de materiales que contuviesen amianto en su composición. La acción que resultó en la decisión del STF fue presentada por el estado de Goiás, en donde se encuentra la única mina activa en país: en Cana Brava, municipio de Minaçu. Con ella Brasil ocupa cuarto puesto en la producción productor mundial, detrás únicamente de Rusia, Canadá y China.

El Proyecto
Proceso de Inmovilización y Destrucción de Fibras de Amianto
modalidad
Programa de Apoyo a la Propiedad Intelectual (PAPI)
Coordinador
Younes Messaddeq – IQ-Unesp
Inversión
R$ 6.000,00

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