A fin de este año, el Centro de Procesamiento de Vacunas –Bio-Manguinhos– de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), en Río de Janeiro, estará produciendo dos nuevas vacunas: la doble viral, contra el sarampión y la rubéola, y la tetravalente, contra la difteria, el tétano, el coqueluche y la meningitis provocada por la bacteria Haemophillus influenzae del tipo B, que también provoca neumonía y es una de las principales causas de la enfermedad y de la muerte en bebés de hasta 1 año. Estos inmunizantes van a generar una economía de alrededor de 5 millones de dólares en importaciones. Las vacunas combinadas también economizan jeringas y hacen que las campañas de vacunación sean menos onerosas y más cómodas para los aplicadores. En localidades alejadas de los grandes centros, el transporte de las vacunas se ve facilitado con menos heladeras o cajas de poliestireno expandido. El Bio-Manguinhos también producirá seis nuevos testes de diagnósticos de enfermedades. Uno para detectar el dengue en un período más rápido (en cuatro horas), un test para Sida, actualmente importado, y nuevos kits para la hepatitis, la leptospirosis y la leishmaniosis (humana y canina). Con esos tests, la Fiocruz estima una lograr economía de 10 millones de dólares en importaciones. Desde hace 25 años, el Bio-Manguinhos fabrica vacunas. Actualmente, son 100 millones de dosis al año, representando el 60% de la producción nacional.
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