La idea de que la economía paulista pierde importancia ante la de otros estados pasa por matices, si se miran los resultados de un estudio capitaneado por Aurílio Caiado, profesor de la Universidad de Sorocaba (Uniso). Financiada por el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), la investigación Performance Económica de las Regiones Brasileñas (Perb) compara datos relacionados con la innovación en empresas en los principales estados brasileños, pero, en el caso de São Paulo, logra distinguir qué está sucediendo en la capital, en la Región Metropolitana de São Paulo y en el interior del estado. Los resultados muestran que la salida de industrias se restringió al municipio de São Paulo y su entorno. Si en 1985 la capital albergaba el 15% de toda la industria de transformación del país, el índice en 2005 cayó al 6,1%. En el caso de la Región Metropolitana, excluyendo la capital, la caída fue del 14,2% al 10,5%. Pero el desempeño del interior fue creciente: del 22,7% de toda la industria nacional de transformación en 1985 al 27,2% en 2005.
La investigación muestra que la pérdida de industrias en la capital paulista no es ni por asomo sinónimo de decadencia, pues la ciudad se consolida como el gran polo brasileño de empresas que invierten en innovación, aquéllas cuyos productos tienen más valor agregado. Brasil tiene una peculiaridad: la tercera revolución industrial sucede en el mismo lugar donde había ocurrido la segunda, dice Caiado. São Paulo pierde a manos de otros estados industrias tradicionales, intensivas en mano de obra o en recursos naturales y que emplean la tecnología ya madura, pero atrae actividades intensivas en tecnología con base en un análisis inédito de los datos de la Investigación de Innovación Tecnológica (Pintec), del IBGE, sobre el conjunto de empresas brasileñas que implementaron innovaciones entre 2003 y 2005, el equipo de Caiado constató que el 6,32% de las empresas industriales ubicadas en la capital paulista sacó nuevos productos al mercado nacional, ante el 4,79% del estado y el 3,25% del promedio nacional. La ciudad solamente queda atrás del estado de Amazonas, que marcó el 7,96%, gracias a la Zona Franca de Manaos.
Las empresas innovadoras paulistanas son las que tienen en Brasil mayor porcentaje de actividades internas de investigación y desarrollo (I&D) de alta complejidad (el 28%, ante el 23,5% del promedio estadual y el 16,6% del promedio nacional). De los 47.628 brasileños ocupados en actividades de I&D en empresas en 2005, 26.517 se encuentran en el estado de São Paulo y 8.865 en la capital paulista.
Según Caiado, el estado de São Paulo seguirá siendo el principal polo de innovación en Brasil. Series estadísticas demuestran que, desde 2000, crece la concentración en el estado de investigadores contratados por empresas industriales. Ese año estaba en São Paulo el 57,8% de las personas con nivel superior ocupadas en actividades de I&D de las empresas innovadoras. En 2005 ese porcentaje trepó al 61,1% del total de Brasil. De acuerdo con el investigador, los datos de Perb sugieren que la política industrial de São Paulo seguiría por una senda propia, diferente de la brasileña, de manera tal de reforzar el vínculo entre la investigación y el sector productivo y a estimular la creación de empresas de base tecnológica. Es un error imaginar que São Paulo debe disputar todo tipo de empresa. El estado no tiene nada que ganar entrando en la guerra fiscal, afirma.
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