Jon Sullivan/ WikicommonsEl objetivo de la biomimética consiste en descubrir los principios que rigen la organización de la estructura de los materiales biológicos y aplicarlos en la construcción de materiales sintéticos de alto desempeño. Los avances de este ámbito científico, que procura “imitar la vida”, se logran tanto a nivel académico como en aplicaciones prácticas en la industria, e involucran a diversos campos del conocimiento, tales como la ingeniería de materiales, la robótica, mecánica de los fluidos, la arquitectura y la química.
Un ejemplo de solución hallada a partir de la biomimética es el efecto loto, una flor cuyas hojas logran mantener su superficie limpia gracias a microestructuras que impiden la absorción del agua. Al entrar en contacto con la hoja, el agua se escurre por esas estructuras, arrastrando la suciedad. Este mecanismo fue copiado por las industrias de vidrios, tejidos, revestimientos y tejados para facilitar la remoción de residuos. Otro caso es el estudio de la microestructura de caparazones y dientes, para la fabricación de materiales extremadamente resistentes.
En los laboratorios, la biomimética vinculada con la nanotecnología ha contribuido al desarrollo de catalizadores sintéticos, capaces de realizar transporte de nutrientes y reacciones biológicas, funciones naturalmente realizadas por enzimas. La ventaja del proceso es que, a diferencia de las enzimas, la versión sintética puede fabricarse en laboratorio en grandes cantidades, permitiendo la elaboración de medicamentos y las prometedoras células o de combustible, por ejemplo.
Expertos consultados
Henrique Eisi Toma, Universidad de São Paulo
André Studart, Departamento de Materiales del ETHZ
Antônio C. Guastaldi, Universidad Estadual Paulista
