La editorial Elsevier, que publica más de 2.500 periódicos médicos y científicos, anunció en agosto la compra de Aries Systems, una empresa de tecnología que brinda soporte al mercado editorial académico. La compañía en cuestión, fundada en 1986 en Boston, Estados Unidos, administra la plataforma online Editorial Manager, usada por cientos de revistas para la recepción de trabajos científicos vía web, para organizar la evaluación de esos manuscritos y para generar informes y estadísticas de seguimiento del proceso de producción de los periódicos. Este sistema es utilizado por otras editoriales competidoras de Elsevier, entre ellas Springer, Macmillan y Public Library of Science (PLOS), que publica revistas de acceso abierto, además de la propia Elsevier, que inició una colaboración con Aries en 1999. “Esta adquisición hará posible que mejoremos nuestra capacidad en el mercado de sistemas de gestión online de manuscritos”, informó la editorial en un comunicado para la revista Pesquisa FAPESP. En el mismo, Lyndon Holmes, fundador de Aries, afirmó que el convenio apuntalará a la empresa, contribuyendo al perfeccionamiento de las tecnologías que ofrecen a los editores. El monto de la transacción no fue divulgado. Elsevier anunció que conformará un consejo consultivo integrado por los clientes actuales de Aries, que estará presidido por Holmes.
La compra forma parte de una estrategia de la editorial para diversificar sus actividades. En los últimos años la empresa ha ido adquiriendo negocios en nichos de mercado que incluyen redes sociales y repositorios de preprints (lea en Pesquisa FAPESP, ediciones nos 250 y 258). La competencia directa del sistema de Aries es el ScholarOne, de Clarivate Analytics, antigua división de propiedad y ciencia de la empresa Thomson Reuters. “Parece que hubiera una especie de carrera armamentista entre Clarivate y Elsevier en lo que respecta al control de los datos y obtener monopolio. La transacción sitúa a Elsevier en una mejor postura con miras a las batallas de mercado que podrían sobrevenir”, escribió Kent Anderson, experto en comunicación científica en Estados Unidos, en el portal The Scholarly Kitchen.
Control de datos
La apuesta le confiere a Elsevier acceso a un gigantesco conjunto de metadatos sobre artículos que podría traducirse en nuevos productos de análisis de informaciones científicas, un mercado que ya la tiene como protagonista y que se disputa con Clarivate. “Se trata de una ventaja competitiva de fuste”, dice Abel Packer, coordinador general de la biblioteca virtual brasileña SciELO (la sigla para Scientific Electronic Library Online). “La motivación principal no es aumentar sus ingresos a partir de la compra de Aries, sino garantizar el control del flujo de comunicación de sus propias revistas y también de aquellas que publican otras editoriales”.
Esta jugada le otorga a Elsevier acceso a un conjunto de metadatos que podrían ser claves para obtener nuevos productos
Cada día, miles de artículos pasan por Editorial Manager, al cual los editores de las revistas no solo recurren para la recepción de los manuscritos que envían los investigadores, sino también para organizar y centralizar todo el proceso de revisión por pares hasta la etapa final de publicación. El sistema registra diariamente el historial de una serie de datos sobre autores y revisores, tales como su filiación institucional y su campo de trabajo. También registra los manuscritos que son rechazados, lo cual le ayudaría a Elsevier a reenviarlos a otros periódicos que publica. “Así como esto beneficia el proceso administrativo de los editores, por otra parte también genera planteos acerca del uso que podrían hacer de esas informaciones las empresas que controlan estos sistemas de gestión”, dice Carlos Henrique Marcondes de Almeida, docente del Departamento de Documentación de la Universidad Federal Fluminense (UFF).
Ese debate se hizo público por primera vez en 2016, cuando la editorial estadounidense Wiley adquirió el sistema online de envío de manuscritos Atypon, que también prestaba servicios a la competencia. Para suavizar las tensiones, Wiley anunció la adopción de firewalls en el sistema, es decir, barreras de protección que bloquean el acceso a determinados tipos de datos. Elsevier, por su parte, llegó a desarrollar su propia plataforma de publicación, cuyo nombre es Evise. Si bien se encuentra operativa, tuvo escasa aceptación en el mercado porque ofrece recursos más limitados que sus competidoras. La editorial no es la única que se topó con dificultades en este mercado. En diciembre de 2017, la plataforma PLOS informó que abandonaba el proyecto para crear su propio sistema, que había denominado Aperta, luego de años de desarrollo, y seguiría utilizando la plataforma de Aries.
En el campo de la tecnología de la información las demandas son crecientes y las actualizaciones permanentes de los sistemas y de sus interfaces, por lo general, poco agradables, suelen ser objeto de quejas de los usuarios. “Promovemos capacitación con el objetivo de entrenar a los editores que todavía no están habituados a utilizar sistemas de gestión online”, dice Packer. Por ahora, la SciELO les ofrece a los editores de sus 290 revistas dos de ellos: el ScholarOne, de Clarivate, y el Open Journal System (OJS), una plataforma de código abierto creada en 2001 por el Public Knowledge Project, de la Universidad de British Columbia, en Canadá. En opinión de Packer, sistemas como el OJS, más flexibles e independientes, pueden convertirse en importantes alternativas ante la irrupción de las editoriales comerciales en el mercado.
Elsevier apostó a nuevos modelos para mantener su liderazgo en el mercado. “Hasta la década de 1990, la empresa trabajaba en un modelo editorial tradicional. En función de la migración de las revistas hacia el universo digital, a partir de la década de 2000, tuvo que adaptarse a un nuevo escenario”, analiza dante Cid, vicepresidente de Elsevier para relaciones académicas en América Latina. Eso ha implicado un trabajo arduo, tal como pudo comprobarse a partir de la reciente decisión de las universidades de Alemania de abandonar su suscripción a las revistas de la editorial, como estrategia de presión sobre la empresa para que modifique su modelo basado en suscripciones y abaratar los servicios.
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