El café es la bebida que más se consume en Brasil, después del agua. Servido en taza o en los llamados localmente vasos americanos, con o sin azúcar, con el clásico pan con manteca a la plancha del desayuno o al final de la comida, es una infusión omnipresente en hogares, oficinas, fábricas, restaurantes y bares. En Brasil, segundo consumidor y mayor productor mundial, el café siempre es superlativo.
Las innovaciones tecnológicas, como los dispositivos para evaluar los componentes del suelo y los probadores electrónicos; los avances científicos, como la secuenciación del genoma de la especie arábiga, y el perfeccionamiento de las técnicas de cultivo y procesamiento de los granos, caracterizan una nueva etapa de la producción, signada por la búsqueda de la calidad. En el artículo de portada, nuestro editor de Ciencias de la Tierra, Carlos Fioravanti, describe el panorama actual del café, que ha desempeñado un papel central en la historia del país en los últimos 300 años.
Es imposible tomar parte en actividades de posgrado e investigación en Brasil y no haber oído hablar de la Plataforma Lattes. Esta innovadora plataforma de currículums, grupos de investigación e instituciones, que ahora cumple 25 años, ayudó a sistematizar las actividades de los científicos en el país. Quizá no todos sepan que su nombre homenajea a César Lattes, un físico brasileño que se destacó tanto a nivel nacional como internacional, y cuyo centenario se conmemora este año.
Un especial ricamente ilustrado, concebido y producido por nuestro editor de Ciencias Exactas, Marcos Pivetta, presenta a esta figura científica a quienes aún no la conocen ni están enterados de algunos aspectos de su notable trayectoria. Sus trabajos en el campo de los rayos cósmicos y con aceleradores de partículas le permitieron demostrar, mediante diferentes aproximaciones, la existencia de una de las partículas subatómicas previstas teóricamente: el mesón pi, o pion.
Era el período de posguerra. La física estaba a la orden del día en las noticias y abonaba ideas de desarrollo y progreso. En lugar de continuar con su carrera en el exterior, Lattes decidió regresar a Brasil y se convirtió en una celebridad. Utilizó su prestigio para contribuir a la institucionalización de la ciencia en el país, colaborando activamente en la fundación del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) y el Centro Brasileño de Investigaciones Físicas (CBPF), del que fue el primer director científico.
Las cubiertas de los libros pueden parecer un mero detalle para muchos lectores, pero son lo que atrae la mirada hacia los estantes de las librerías y bibliotecas. Recomiendo un recorrido por los proyectos elaborados por artistas pioneros de la ilustración literaria moderna brasileña. Más allá del placer estético que proporciona, el aludido artículo aborda la relación entre estos artistas y los autores, como así también las “inspiraciones” procedentes del exterior. Mi título favorito de esta selección es A mata submersa [El monte sumergido], de Peregrino Júnior, con proyecto de Luis Jardim, un artista gráfico autor de más de 300 portadas para Livraria José Olympio Editora a lo largo de cinco décadas.
Mayo de 2024 trajo la mayor catástrofe climática de la historia de Brasil. Investigaciones científicas divulgadas por innumerables medios de comunicación demuestran que los eventos climáticos extremos se han vuelto cada vez más frecuentes, e incluso más extremos. Es un hecho conocido que el estado de Rio Grande do Sul presenta un relieve y una hidrografía natural que dificultan el escurrimiento de las aguas, lo que ha llevado a la implementación de un sistema de contención de las inundaciones. Un volumen de precipitaciones muy superior a lo normal, un riesgo previsto por el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden) en el mes de abril, la falta de mantenimiento del sistema, la ausencia de un plan de contingencia y la ocupación desordenada del territorio dieron lugar a la tragedia actual, tal como se lo explica en el artículo que empieza en la página 38.
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