DANIEL BUENOUn pasatiempo agradable, consistente en observar cómo caminan las personas por la calle, también puede resultar útil para proyectar espacios públicos más seguros y agradables. Francesco Zanlungo, Dražen Brščić y Takayuki Kanda, del Instituto Internacional de Investigación en Telecomunicaciones Avanzadas, en Kioto, Japón, registraron durante un año el paso de miles de personas por un corredor de 3 metros de ancho en un edificio comercial de Osaka, en Japón. Su objetivo era descubrir de qué manera la velocidad con la que las personas atravesaban el pasillo se alteraba si andaban en grupos de dos o tres individuos conversando entre sí. También pretendían saber si la velocidad cambiaba cuando las personas caminaban apartadas o cerca unas de otras. Con base en 800 horas de datos registrados por cámaras y sensores de movimiento, el equipo analizó y comparó con exactitud la caminata de 3.305 dúos y 602 tríos. Así verificaron lo que otros estudios similares ya habían detectado: independientemente del espacio existente entre las personas, los tríos tienden a desplazarse más lentamente que los dúos, y siempre con uno de sus integrantes a la cabeza, con el grupo formando una “V” invertida. (Physical Review E, 19 de junio). Los investigadores sospechan que tales regularidades tienen que ver con el conflicto entre mantener una conversación al tiempo que el grupo necesita desplazarse y prestar atención a los obstáculos del camino.
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