El ritmo de publicación de descubrimientos innovadores y patentes tecnológicas consideradas disruptivas viene ralentizándose. En comparación con los artículos científicos de mediados del siglo XX, los publicados durante la década de 2000 tenían más chances de proporcionar contribuciones incrementales que nuevos hallazgos capaces de cambiar el rumbo de la ciencia. El mismo efecto se ha observado en lo que respecta a las patentes depositadas entre 1976 y 2010. Esta conclusión surge de un estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses. Bajo la coordinación del sociólogo Russell Funk, de la Universidad de Minnesota, los científicos desarrollaron una métrica cuantitativa denominada índice CD, cuyos valores varían de -1, para los trabajos menos disruptivos, a +1, para los más innovadores. Los autores la utilizaron para analizar 45 millones de artículos científicos y 3,9 millones de patentes. Constataron que el índice CD promedio de los papers cayó más de un 90 % entre 1945 y 2010, mientras que el de las patentes retrocedió un 78 % entre 1980 y 2020 (Nature, 4 de enero). También analizaron los verbos más frecuentes en esos documentos. En los años 1950 estaban asociados al concepto de creación o descubrimiento, como “producir” o “determinar”, mientras que en el decenio de 2000 se utilizaron mayormente otras palabras, como “mejorar” o “perfeccionar”, más vinculadas a la descripción del progreso incremental.
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