En un intento de entender por qué algunos alimentos y medicamentos, cuando son ingeridos, se descomponen más rápidamente, mientras que otros pasan por ese proceso más lentamente, investigadores del área de ingeniería mecánica de la Feinberg School of Medicine, de la Nortem Evanston, Illinois, Estados Unidos, en asociación con médicos, idearon un estómago virtual, mediante imágenes suministradas por un equipo de resonancia magnética nuclear (RMN).
Este estómago consigue simular los movimientos gástricos y las contracciones a las que están sujetos los diferentes tejidos, al margen de permitir la verificación del movimiento de los alimentos ingeridos y la descomposición de las partículas. Como resultado de ello, ya se sabe que los medicamentos en forma de cápsulas son eficaces solamente en la parte de abajo del estómago, y la densidad de las cápsulas es fundamental para calcular su velocidad de disolución. Esta investigación es financiada por la empresa farmacéutica Astra Zeneca.
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