La Universidad de Texas, en Austin, convocó a un panel independiente de expertos para investigar la acusación de conflicto de intereses que recayó sobre uno de sus científicos más prominentes. Charles Groat, quien entre 1995 y 2006 presidió el U.S. Geological Survey, una centenaria organización de investigación científica del gobierno, está acusado de omitir su conexión con Plains Exploration & Production Company en un estudio publicado en febrero sobre los riesgos y beneficios de una controvertida técnica de perforación para la explotación de gas. Groat forma parte del consejo de la empresa, que es una de las usuarias de esa técnica. Un informe emanado de la organización Public Accountability Initiative subrayó que, si Groat hubiera declarado el vínculo, la percepción sobre los resultados de su estudio bien podría ser diferente. El estudio informa que la técnica no contamina la napa freática. Groat afirmo a la agencia Bloomberg que no tenía cómo sesgar los resultados, pues el estudio tiene varios autores. “Ciertas conclusiones son desfavorables para la industria de explotación gasera”, afirmó.
El código ético de la universidad sostiene que la investigación científica en la institución debe hallarse “libre de conflictos de interés personales o institucionales, reales o aparentes”. Groat, quien percibe un salario de 173 mil dólares anuales en la universidad, recibió de la empresa de gas, durante 2011, 413.900 dólares entre efectivo y acciones por sus servicios como consejero.
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