Mayara FerrãoEn el prólogo de la edición de 1974 del clásico O vampiro de Curitiba [El vampiro de Curitiba] (editorial Civilização Brasileira), una de sus obras más conocidas, Dalton Trevisan describía así su predilección por la narrativa breve: “Existe el prejuicio de que después del cuento breve uno tiene que escribir una novela corta y, por último, una novela propiamente. Mi camino será del cuento al soneto y de ahí, al haiku”. El escritor de Curitiba, capital del estado brasileño de Paraná, a quien se considera uno de los principales autores vivos de la literatura brasileña, cumplió 99 años el 14 de junio, en la cúspide de una prolífica carrera literaria de casi 80 años y más de 700 cuentos. “La obra de Dalton Trevisan modernizó y experimentó con el formato del cuento, llevándolo hasta el límite de lo conciso y de su poder de sugestión. En pocas líneas, a veces en una única frase, es capaz de sugerirle al lector lo que es la vida en una localidad provinciana, una trama literaria compleja, una tragedia conyugal”, dice Hélio de Seixas Guimarães, profesor de literatura brasileña en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de São Paulo (FFLCH-USP).
“En mi opinión, él es al cuento brasileño del siglo XX lo que fue Machado de Assis [1839-1908] para el cuento del siglo XIX. Ambos hallaron la manera de condensar temas muy vastos y situaciones extremadamente complejas en narrativas breves”, prosigue De Seixas Guimarães, quien compiló, junto a Fernando Paixão, del Instituto de Estudios Brasileños (IEB) de la USP, el libro intitulado Dalton Trevisan: Uma literatura nada exemplar (2024). La colección, organizada en colaboración entre el IEB-USP y la editorial Tinta-da-China Brasil, reúne ocho ensayos firmados por investigadores y críticos literarios como Eliane Robert Moraes, de la USP, y Arnaldo Franco Junior, de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en su campus de São José do Rio Preto. La obra también incluye un cuento breve de André Sant’Anna, un escritor de Minas Gerais, y una entrevista con Berta Waldman, del Departamento de Letras Orientales de la USP, una de las pioneras en los estudios sobre el autor, cuyas investigaciones comenzaron a finales de la década de 1970.
El casi centenario escritor, nacido en Curitiba en 1925, viene recibiendo una serie de homenajes con motivo de su cumpleaños. Es el caso de la reedición de sus obras por la editorial Record. Entre los títulos reeditados figura Cemitério de elefantes [Cementerio de elefantes] (1964), que incluye textos del poeta argentino César Aira y del escritor paulista Marçal Aquino, e ilustración de portada del artista gráfico curitibano Poty Lazzarotto (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 340), quien colaboró con Trevisan durante 40 años. En tanto, Macho não ganha flor (2006) viene con reflexiones del editor y poeta Augusto Massi, de la USP, y del traductor y escritor Caetano W. Galindo, de la Universidad Federal de Paraná (UFPR).
Trevisan se hizo más conocido en el ambiente literario con la revista Joaquim, creada con el educador Erasmo Pilotto (1910-1992) y el editor Antônio P. Walger, en 1946, “para sacudir los cimientos conservadores en los que descansaba la cultura paranaense”, tal como lo explica el historiador Fabricio Souza, de la Universidad del Estado de Amazonas (UEA), quien analizó la publicación en un artículo publicado en Revista Brasileira de História, en 2022. “Inserta en el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial, la revista promovió un espacio para que los escritores revaluaran las relaciones entre el arte, la sociedad y la existencia humana”, sostiene el investigador, autor de la tesis doctoral “La matanza de los muertos sagrados. Memoria, literatura e historia en la obra de Dalton Trevisan”, defendida en 2019 en la USP. “En Curitiba, la recuperación de la iconoclasia modernista tuvo un objetivo claro: destruir el tradicionalismo que le habría imposibilitado a la ciudad experimentar un modernismo similar al que se desarrolló en São Paulo”. En este sentido, según Souza, Trevisan publicó una serie de manifiestos para desacralizar figuras como la del poeta simbolista paranaense Emiliano Pernetta (1866-1921), y poner fin a la cultura local en un intento retórico de reiniciarla de cero.
La publicación también se encargó de insertar al autor paranaense en el circuito editorial y literario de Brasil. “Esta iniciativa editorial le permitió a Dalton Trevisan, entre otras cosas, mantener un estrecho intercambio de correspondencia con Carlos Drummond de Andrade [1902-1987]”, dice Souza. “En esos correos puede observarse que el paranaense le enviaba textos al poeta modernista para que los leyera y le sugiriera posibles cambios. Otro punto que vale la pena destacar es el compromiso que Trevisan, Pilotto y Walger, de Joaquim, asumieron con Drummond: no cerrar la revista antes de editar el número 20. Y eso fue lo que sucedió. La publicación puso fin a sus actividades luego de publicar el número 21”.
Muchos de los relatos escritos por Trevisan están inspirados en la etapa en la que trabajó como reportero policial
Famoso por reescribir incesantemente sus cuentos, Trevisan continuó mejorándolos incluso en su vejez. “Esta práctica es un procedimiento que reitera ciertos valores y modos de pensar sobre el cuento y el quehacer literario. Prueba de ello es que su reescritura se caracteriza por una búsqueda incesante de condensación, a punto tal de eliminar episodios y personajes de varios textos”, como comprueba Leandro Valentin, doctor en Letras por la Universidade Estadual Paulista (Unesp), campus de São José do Rio Preto. “En su búsqueda de que el texto fuera lo más económico posible, Trevisan también recurre frecuentemente en esa reescritura a una elipsis del sujeto de las oraciones y a la supresión de verbos, conjunciones y otros elementos conectivos, otorgándole un mayor énfasis, en consecuencia, a las frases nominales. Como ya señaló la crítica literaria, este reduccionismo sugiere una búsqueda del silencio. Cuanto menos se diga, mejor”, añade el investigador, cuya tesis defendida en 2020 sobre los cuentistas brasileños de las décadas de 1950 a 1970, incluyendo a Trevisan, contó con el apoyo de la FAPESP.
Esta reescritura también se manifiesta en la recurrencia de ciertos personajes que aparecen con el mismo nombre, como João y Maria. Según Valentim, esta característica forma parte del uso de la repetición como un procedimiento de creación literaria caro a la poética de Trevisan. “La repetición, además de realzar el diálogo intertextual en su propia obra, apunta a un quehacer literario que opera con combinaciones de un conjunto determinado de situaciones dramáticas y personajes”, comenta el investigador. “Asimismo, la repetición reiterada de nombres tan comunes en la cultura brasileña atenúa la identidad de los personajes, convirtiéndolos en estereotipos, tanto más porque siempre están insertos en narraciones que se centran en peleas conyugales. Ello realza la monotonía de la vida humana”.
Trevisan fue galardonado en cuatro oportunidades con el Premio Jabuti en la categoría de cuentos y crónicas. En una de ellas por Novelas nada exemplares (Livraria José Olympio Editora, 1959), el tercer libro publicado por el autor. Ya había escrito Sonata ao luar, publicado en forma independiente en 1945, y Sete anos de pastor (Edições Joaquim, 1948). Sus otras obras premiadas fueron Cemitério de elefantes (Civilização Brasileira, 1964), Ah, é? (Record, 1994) y Desgracida (Record, 2010). Además del Premio Jabuti, Trevisan ha ganado algunos de los premios más importantes de la lengua portuguesa, tales como el Premio Portugal Telecom de Literatura (ahora conocido como Premio Océanos), en 2003; el Premio Literario de la Fundación Biblioteca Nacional, en 2008 y 2015, y los premios Camões y Machado de Assis, ambos en 2012.
Otra curitiba
“En cada esquina de Curitiba te saluda un Raskólnikov, con la mano en el hacha bajo la chaqueta”, escribió el autor en uno de los microcuentos de su obra 234 (Record, 1997), en referencia al protagonista de Crimen y castigo, del novelista ruso Fiódor Dostoyevski (1821-1881). “El cuento de Dalton Trevisan también ganó notoriedad en la literatura brasileña por su teatralización de la violencia, el odio, la soledad y el deseo en un mundo degradado. A partir de episodios mínimos y, a veces, ordinarios, sus cuentos ponen de relieve la complejidad de los dramas humanos que surgen de la desintegración de las relaciones cotidianas”, analiza Valentin.
Esta Curitiba violenta, provinciana y terrible, hogar de una población marginada compuesta por borrachos, prostitutas, asesinos y depredadores sexuales, es objeto de gran parte de los textos de Trevisan. Esto puede constatarse, entre otros, en cuentos como “Una vela para Darío”, “Cementerio de elefantes” y el célebre “El vampiro de Curitiba”, publicado en el libro homónimo de 1965. En la trama, Nelsinho, un personaje obsesionado con el sexo, deambula por las calles de la capital paranaense en busca de mujeres que puedan satisfacer sus deseos. También aparece en otros cuentos breves, como “La noche de la pasión”, el último relato de la misma obra, en la que adopta el lugar de la “víctima” cuando mantiene un encuentro sexual con una prostituta desdentada. El personaje adquirió tal fama que su imagen pasó a confundirse con la del propio Trevisan, cuyo estilo de vida recluido y reacio a las entrevistas abonó el mito en torno a su propia persona. Sin embargo, sus creaciones ficticias están bastante inspiradas en el período en el que trabajó como cronista de noticias policiales tras licenciarse en Derecho.
Mayara Ferrão
El vampiro, por ende, está intrínsecamente vinculado a la ciudad de Curitiba, lo que también ocurre con el autor, que trata a este escenario urbano de una forma diferente a la que suele encontrarse en la literatura. “A menudo, en los textos literarios o las memorias, los autores caracterizan a su ciudad natal como un lugar acogedor que despierta nostalgia. Sin embargo, éste no es el caso en las obras de James Joyce [1882-1941] y de Dalton Trevisan”, comenta Priscila Giacomassi, docente de portugués e inglés en el Instituto Federal de Paraná (IFPR) y doctora en estudios literarios por la UFPR. El año pasado, la estudiosa publicó en el periódico Abei Journal – The Brazilian Journal of Irish Studies, de la USP, un artículo en el que compara a la ciudad de Dublín, en la obra del irlandés Joyce, con la Curitiba de Trevisan. Según la investigadora, ambas ciudades, en el universo de ficción de estos escritores, son lugares inhóspitos, asfixiantes, de los que sus personajes anhelan escapar reiteradamente. “No se trata de meros escenarios, sino que asumen un rol mucho más preponderante, como el de un ‘personaje’ atroz del cual son presa sus habitantes y que determina sus destinos”.
Según Giacomassi, en estos dos lugares, los protagonistas buscan escapar de una realidad signada por la frustración, la decadencia y la parálisis. “Empero, esta fuga resulta impracticable. La imposibilidad de conseguir abandonar el espacio físico de la ciudad los lleva invariablemente a sublimar esta necesidad a través de otros tipos de evasión, tales como el sueño, las fantasías y los vicios, en particular, la bebida”.
Así como la ciudad se ve desde una perspectiva más cruda y menos idealizada, la vejez también se aborda desde el mismo punto de vista. Éste fue el tema de la investigación doctoral de Márcia Tavares, de la Universidad Federal de Campina Grande (UFCG). En su tesis, defendida en 2002 en la Universidad Federal de Paraíba (UFPB), analizó cómo se presenta este tema en más de 60 cuentos de Trevisan. Desde entonces sigue ahondando en este particular. “No se trata de una vejez sacralizada, que apela a la memoria. La senectud que describe el autor es seca, dura, violenta, solitaria. Son pocas las historias en las que los hijos están cerca de sus padres. Los hombres en esta etapa siguen imaginando que son vampiros que pueden seducir a las mujeres, mientras que ellas suelen decir una frase recurrente: ‘Ni bien se muera [el marido], empezaré a vivir’”, señala la investigadora.
En este sentido, se trata de una vejez que acrecienta la brutalidad y la crueldad de la juventud. Esto es evidente en los cuentos de A guerra conjugal [La guerra conyugal] (Civilização Brasileira, 1969), protagonizados por João y Maria, que representan las diversas facetas y etapas de una relación matrimonial. “En “Guerra de esquelas”, por ejemplo, una pareja de ancianos, pese a que viven en la misma casa, solamente se comunican por medio de notas, revelando su alienación y su soledad afectiva. “Los personajes que atraviesan esta etapa de la vida no han acumulado sabiduría. Es como si sus problemas no hicieran sino intensificarse. No hay redención para ellos”, dice Tavares.
La investigadora pone de relieve otros aspectos relacionados con esta cuestión que no habían sido tratados anteriormente en la literatura brasileña: las restricciones de movilidad de los adultos mayores en los espacios urbanos y la ausencia de colectividad en los cuentos que tienen como protagonistas a personas de edad avanzada, signados por una existencia individualista y confinados en sus viviendas, con pocos contactos externos.
Para Guimarães, de la USP, Trevisan es el autor brasileño vivo más importante no solo por su inventiva y lo experimental de su obra, sino también por su seguimiento atento del mundo y de Brasil a lo largo de más de ocho décadas de vida literaria. “Se habla mucho de la reiteración en Dalton Trevisan, pero poco se dice acerca de lo variado de sus escritos y de los cambios que experimenta su obra a lo largo del tiempo. Es una producción que va de lo lírico a lo obsceno, de lo cómico a lo trágico, de lo pungente a lo farsesco, y registra con suma argucia y gracia los vaivenes del mundo”, dice el investigador. “Y estos giros implican tanto cambios como repeticiones de las cuestiones de fondo que nos afligen, y que sus textos registran con un estilo inconfundible”.
Proyecto
De la prensa periódica a los libros: el boom del cuento brasileño entre las décadas de 1950 y 1970 (nº 16/20464-0); Modalidad Beca doctoral; Investigador responsable Arnaldo Franco Junior (Unesp); Becario Leandro Henrique Aparecido Valentin; Inversión R$ 172.417,14.
Artículos científicos
GIACOMASSI, P. C. Devouring hometowns: James Joyce’s Dublin and Dalton Trevisan’s Curitiba. Abei Journal, USP. v. 25, n. 1, p. 99-115. jun. 2023.
SOUZA, F. Vanguarda e tradição no manifesto da revista Joaquim. Revista Brasileira de História. v. 42, n. 90, may-ago. p. 167-88. 2022.
TAVARES, M. O território da velhice em Dalton Trevisan. Anuário da Literatura, UFSC. v. 26, p. 01-21. 2021.
Libro
GUIMARÃES, H. S y PAIXÃO, F. (comp.). Dalton Trevisan: Uma literatura nada exemplar. São Paulo: Tinta-da-China Brasil/IEB-USP, 2024.