Durante las caminatas por la selva, en medio de árboles y arbustos, poca gente repara en el suelo. Justamente, el hacerlo, le ha rendido nuevos descubrimientos al grupo del Instituto de Botánica del estado de São Paulo, liderado por Tarciso Filgueiras. Rodrigo Rodrigues, Regina Shirasuna, y él se dedicaron a investigar gramíneas (hierbas) paulistas, como en el caso de los estudios realizados cuando se construyó el Anillo Metropolitano Mario Covas. El hallazgo más reciente es la Agrostis lenis, una gramínea que se consideraba extinta en el estado (la última recolección había sido hace 89 años) y que ahora se halló en el Parque Estadual de Serra da Bocaina, cercano a los límites con Río de Janeiro y Minas Gerais (Check List, edición de enero). “Se trata de una gramínea anual, pequeña y delicada, por eso es de difícil recolección e identificación”, explica Rodrigues. Para identificarla, se necesita analizar sus flores, que son diminutas estructuras agrupadas de a cientos en penachos amarillentos. Pocas personas poseen paciencia para eso, y también es preciso hallarse presente cuando esa especie florece, entre el verano y el otoño. La supuesta extinción de la A. lenis contemplaba tan sólo los cerros paulistas: existen registros antiguos de esa gramínea en otros puntos de la Serra da Mantiqueira. Pero en los últimos años, se la ha detectado varias veces en la región sur (donde es más común), en Río de Janeiro y en Minas Gerais, siempre en regiones serranas. A partir de 2009, el grupo también reencontró otras especies y extendió a São Paulo la distribución de gramíneas que no constaban en la lista del estado. Frente a esos hallazgos, Rodrigues destaca la “importancia del conocimiento de la biodiversidad para una conservación efectiva y el posible uso sostenible de esas áreas y de las especies que crecen allí”.
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