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NECROLOGÍA

Dedicación integral al teatro

Docente y escritor, al crítico Sábato Magaldi se lo consideraba como uno de los tres principales referentes brasileños en su área

Sábato Magaldi: reconocimiento a la importancia de Nelson Rodrigues y Oswald de Andrade

Wilton Junior/ Estadão Conteúdo/ AE Sábato Magaldi: reconocimiento a la importancia de Nelson Rodrigues y Oswald de AndradeWilton Junior/ Estadão Conteúdo/ AE

En el curso de sus 89 años, Sábato Magaldi fue un cabal representante de la expresión “hombre de teatro”. Crítico, historiador y docente, también fue un intelectual que interactuaba directamente con lo que se producía en los escenarios. Magaldi falleció el 17 de julio en la ciudad de São Paulo, como consecuencia de una infección generalizada. Sus cenizas se depositaron en el mausoleo de la Academia Brasileña de Letras (ABL), en Río de Janeiro.

“A diferencia de la crítica actual, su generación tuvo gran actividad en la práctica teatral, enseñando a los estudiantes, profesionales y aficionados de las artes escénicas las tendencias, movimientos y procedimientos de creación, integrando el teatro brasileño en el plano internacional”, sostiene la directora teatral Cibele Forjaz, docente del Departamento de Artes Escénicas de la Escuela de Comunicación y Artes de la Universidad de São Paulo (ECA-USP), quien fue alumna de Magaldi.

Magaldi, a quien se lo considera uno de los tres principales críticos del área en Brasil, junto con Décio de Almeida Prado (1917-2000) y Bárbara Heliodora (1923-2015), nació en 1927, en la ciudad de Belo Horizonte, donde se graduó en derecho. A los 21 años, se mudó a Río de Janeiro y comenzó a publicar críticas de teatro en el Diário Carioca. En 1953 se trasladó a São Paulo para estudiar en la Escuela de Arte Dramático (EAD), invitado por su fundador, Alfredo Mesquita. Tres años después, se convirtió en redactor del Suplemento Literário del periódico O Estado de S. Paulo, muy influyente culturalmente por entonces, y en el cual escribían intelectuales de la talla de Almeida Prado, Paulo Emilio Salles Gomes y Antonio Candido. Él trabajó en el suplemento hasta 1969, ostentando ya por entonces la función de crítico de teatro del Jornal da Tarde, que desempeñó desde su fundación, en 1966, hasta 1988.

En la EAD, Magaldi fue contratado para impartir la cátedra de Historia del Teatro y, en 1962, creó la de Teatro Brasileño. Entre sus obras en formato de libro, el crítico escribió Panorama do teatro brasileiro (1962), una referencia en su área hasta el día de hoy, y compiló las piezas de Nelson Rodrigues por temas, en cuatro tomos. Magaldi era amigo del dramaturgo y fue uno de los responsables de destacarlo como el fundador del teatro moderno en Brasil. En su obra Panorama también reafirmó y fundamentó la importancia del teatro de Oswald de Andrade. En 1988 publicó Moderna dramaturgia brasileira, en la cual prosigue con el trabajo histórico, ocupándose ahora de dramaturgos y espectáculos más recientes, entre los que resalta al autor Plínio Marcos.

“Sábato Magaldi fue un pionero de los estudios teatrales brasileños, tanto en la constitución de un corpus crítico sobre nuestra producción dramática moderna como en el ejercicio del pensamiento crítico”, opina Luiz Fernando Ramos, también docente de la ECA-USP. “Él ejerció una militancia cotidiana en los periódicos y publicó ensayos y análisis profundos, algunos incluso enfocados en la propia crítica”. Una de las polémicas en que se vio involucrado en las páginas de los periódicos se suscitó con el director José Celso Martinez Correa a causa de su crítica al espectáculo Gracias, señor, en 1972.

Magaldi se doctoró en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas (FFLCH) de la USP en 1972, con una tesis sobre Oswald de Andrade, e hizo la libredocencia en 1983, en la ECA-USP, cuyo eje temático fue el teatro de Nelson Rodrigues. Entre 1985 y 1987, se desempeñó como docente en la Universidad de París III (Nouvelle Sorbonne). En 1988 asumió el cargo de profesor titular de Teatro Brasileño en el Departamento de Artes Escénicas. De 1989 a 1991, dio clases en la Universidad de Aix-en-Provence, un campus de la Universidad Aix-Marsella, en Francia. Entre 1975 y 1979 fue el primer secretario municipal de Cultura de la ciudad de São Paulo, durante la gestión del alcalde designado Olavo Setúbal.

El crítico ocupaba desde 1995 la cátedra 24 de la ABL. Deja alrededor de 50 cuadernos redactados a mano, con anotaciones sobre el teatro brasileño que conoció durante su trayectoria como crítico. Le habría pedido a su esposa, la escritora Edla van Steen que los publiquen recién 30 años después de su muerte.

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