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FINANCIACIÓN

Déficit en la innovación

La comunidad científica de EE.UU. sufre los efectos del recorte presupuestario en los recursos federales destinados a la investigación

037-039_contingenciamentoNOVO_211Una carta enviada a comienzos de agosto, dirigida al Congreso de Estados Unidos y al presidente Barack Obama, firmada por 165 presidentes de universidades estadounidenses, le transmitió la inquietud de buena parte de la comunidad científica del país debido al “secuestro” del presupuesto federal, un dispositivo vigente desde el mes de marzo que marca un techo en los gastos del gobierno e impone un recorte por un monto de 85.400 millones de dólares para el ejercicio fiscal 2013, de los cuales unos 10 mil millones corresponden a recursos para ciencia y tecnología. “La combinación de la erosión de las inversiones federales en investigación científica y educación superior con los recortes adicionales generados por el secuestro del presupuesto y los abultados recursos que otras naciones están destinando a esas áreas acaban creando un nuevo tipo de déficit en Estados Unidos, un déficit en innovación”, expresa la carta, que es el resultado de una movilización encabezada por dos asociaciones de universidades estadounidenses. “De ignorarse este déficit de innovación habrá serias consecuencias: una fuerza laboral menos capacitada y menos calificada, menor volumen de descubrimientos científicos y tecnológicos originados en Estados Unidos, menor cantidad de patentes, de empresas nacientes, de productos y empleos”. Obama y los legisladores del Partido Republicano protagonizan un impasse en torno a los límites presupuestarios, y el recorte automático de recursos era algo previsto por las leyes para situaciones de este tipo. El tema volverá a debatirse durante este mes. La oposición propone un recorte en ciertos gastos sociales onerosos para el gobierno, mientras que el oficialismo busca una reducción selectiva, con algunos aumentos de impuestos.

El presupuesto de ciencia y tecnología en el área de defensa fue uno de los más afectados, con un recorte superior al 7%. Pero la principal reacción se suscitó entre los investigadores del área biomédica, que dependen demasiado de los dólares asignados a los Institutos Nacionales de Salud (NIH, según su sigla en inglés), la mayor agencia de financiación de la investigación médica de Estados Unidos y del planeta. Su presupuesto se redujo de un nivel de 30.800 millones de dólares alcanzado en 2009 a 29.100 millones de dólares para este año. El organismo perdió 1.700 millones de dólares, que equivalen a un 5,5% del total previsto, lo cual provocó un recorte en 700 proyectos y 750 pacientes menos, que eran atendidos en el Centro Clínico de los NIH. “Si tal secuestro persiste, la financiación de los NIH puede caer entre un 15% y un 20% durante los próximos tres años, lo cual implicaría un desastre”, le manifestó a la revista Pesquisa FAPESP Anindya Dutta, docente del Departamento de Bioquímica y Genética Molecular de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia, uno de los afectados por los recortes. Según Dutta, varios laboratorios tendrán que cerrar, dado que sus auxiliares y técnicos son pagados, en gran medida, con los recursos del NIH. Habrá investigadores que verán reducidos sus ingresos, porque una parte de sus sueldos proviene de recursos aportados por las asignaciones presupuestarias, y el ascenso de jóvenes científicos en sus carreras será más difícil. “Las perspectivas apuntan que veremos estudiantes, becarios de posdoctorado e incluso profesores buscando empleo en países tales como Brasil, India y China, donde se registran inversiones crecientes en investigación biomédica”, estima.

Anindya Dutta, de la Universidad de Virginia: interrupción de un estudio sobre regeneración muscular

Archivo personal Anindya Dutta, de la Universidad de Virginia: interrupción de un estudio sobre regeneración muscularArchivo personal

Con 54 años de edad, Dutta nació y se graduó en la India y está radicado en Estados Unidos desde 1983. Identificó cadenas específicas de microARNs, unas moléculas que cumplen un rol en la expresión de los genes, responsables de promover la formación de tejido muscular. Su investigación apunta a hallar maneras de manipular el proceso de diferenciación de las células en tejidos musculares, con la ambición de desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades tales como la distrofia muscular. Hace cinco años, recibió una asignación de 1,3 millones de dólares de los NIH para llevar adelante su proyecto, clasificado en esa época en el segundo percentil de los proyectos presentados a la agencia, es decir que se lo consideró más prometedor que el 98% del total de los proyectos. En 2012, cuando renovó su pedido, su propuesta fue calificada en el 18º percentil. En años anteriores, tal desempeño probablemente fuera suficiente como para garantizar la continuidad de la investigación. Sin embargo, con el secuestro del presupuesto, la solicitud le fue denegada. Dutta está buscando otras fuentes de financiación y ya se disculpó con el posdoctorando que trabaja con él, quien no podrá seguir adelante. Ahora sacrificará a las ratas con las que estudia la diferenciación celular para ahorrar recursos. “Es un tremendo desastre, porque mi posdoctorando deberá encontrar un nuevo grupo rápidamente y el cambio de laboratorio reducirá su capacidad para hallar un puesto como profesor asistente. En tanto, el sacrificio de los animales antes de que se realicen los experimentos constituye un completo desperdicio de tiempo y de dinero”, afirma.

Métodos informáticos
Ejemplos como el de Anindya Dutta están presentes en muchas instituciones. Roland Dunbrack, quien dirige un laboratorio en el Fox Chase Cancer Center, en Filadelfia, se vi afectado por el recorte presupuestario en un pedido de grant para una línea de investigación que apunta a diseñar en computadora moléculas de anticuerpos con una configuración mejorada para combatir enfermedades. “El sistema inmunológico utiliza esas moléculas para combatir infecciones. Existen drogas basadas en moléculas de anticuerpos que están siendo desarrolladas para combatir el cáncer y otras enfermedades, cuando las células normales no funcionan de manera adecuada. Utilizamos métodos computacionales para diseñar moléculas que puedan utilizarse en tratamientos”, explica el investigador, quien también es docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania.

Dunbrack remitió dos propuestas a los NIH en 2012. Una de ellas fue aceptada, pero la de los anticuerpos no. “El proyecto probablemente habría sido contemplado si el análisis se hubiese realizado el año anterior”, informa Dunbrack, quien decidió realizar ajustes, reduciendo la temática de su investigación, ya que sólo podría contar con un alumno financiado por otra fuente. “Cuando merma la cantidad de partidas del NIH, debemos emplear mucho más tiempo redactando propuestas y se reduce el tiempo de investigación. Muchos de nosotros trabajamos en instituciones que exigen que una parte de nuestros sueldos provenga de los grants, entre un 25% y el 100%, dependiendo de la institución, así como los sueldos del personal que trabaja en los laboratorios. En la coyuntura actual, administrar un laboratorio resulta inviable”, sostiene.

Virus del Sida
En el portal de noticias y de blogs The Huffington Post, se está publicando una serie de reportajes acerca del impacto del secuestro del presupuesto para la investigación científica, firmados por el periodista de temas políticos Sam Stein (www.huffingtonpost.com/sam-stein/). Uno de los artículos cita el caso de Yuntao Wu, profesor de microbiología y enfermedades infecciosas de la Universidad George Mason, quien en los últimos años lideró una prometedora línea de investigación avanzada sobre el virus del Sida. Su equipo estudia un compuesto hallado en la soja que cuenta con potencial para bloquear la comunicación entre la superficie y el interior de las células. Cree que eso puede conducir a un nuevo tratamiento para combatir el virus.

Yuntao Wu: un préstamo para mantener la investigación y planes de trasladarse a China

Evan Cantwell/ GMUYuntao Wu: un préstamo para mantener la investigación y planes de trasladarse a ChinaEvan Cantwell/ GMU

El reciente intento de Wu por obtener entre 100 mil y 200 mil dólares fracasó. Él culpa al secuestro del presupuesto, señalando que recibió un total de 1,2 millones de dólares de los NIH durante los últimos cuatro años. Para afrontar la crisis, Wu tuvo que prescindir de un técnico, interrumpió algunos proyectos y ya envió 10 nuevas propuestas de investigación desde el mes de febrero. También solicitó un préstamo por valor de 35 mil dólares para no interrumpir el trabajo, pero ya está pensando en un plan B. Anunció que está ampliando la colaboración con grupos de China, su país natal, hacia donde analiza trasladarse si la situación no mejora en Estados Unidos.

Los reportajes del Huffington Post desencadenaron variadas repercusiones. “Algunos personajes del mundo político consideran que la reacción es exagerada, puesto que la financiación de los NIH sigue siendo fuerte con 29 mil millones de dólares”, escribió Sam Stein. “Incluso teniendo en cuenta el secuestro, el presupuesto es ostensiblemente mayor que el que había durante la administración Clinton, aun ajustándolo a la inflación del período”.

En enero de 2002, el entonces presidente George W. Bush anunció un plan para duplicar en cinco años el presupuesto de los NIH. Así fue como la agencia pudo gastar, en el año 2007, 29.200 millones de dólares, un aumento significativo en relación con los 20.400 millones de dólares de 2002. En 2013 se regresó a ese nivel de 2007, lo cual provocó un recorte de alrededor de 700 proyectos de investigación.

En el ámbito científico, los reportajes fueron recibidos con entusiasmo, y se publicaron varias cartas con declaraciones de científicos relatando sus desventuras. Al final de agosto, Stein entrevistó al presidente de la agencia, Francis Collins, y su tono fue dramático. “Que Dios nos ayude si durante los próximos cinco años sufrimos una pandemia mundial de gripe”, dice Collins, en referencia a la investigación en busca de una vacuna universal contra la gripe. Collins cree que esa vacuna podrá lograrse en un horizonte de cinco años, siempre y cuando sea posible dejar al margen a esa línea de investigación del secuestro del presupuesto. Este mes, el Congreso estadounidense debatirá los límites del presupuesto del ejercicio fiscal 2014 y se espera que se defina, mediante un acuerdo con el gobierno, una política selectiva de recortes capaz de suspender el “secuestro”. Si la crisis no se resuelve, la reducción en la cantidad de proyectos de investigación científica aumentará el año que viene.

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