El ministro de la Ciencia y Tecnología, Sérgio Rezende, envió una carta a su par Carlos Minc, de la cartera de Medio Ambiente, solicitándole su intervención en el marco de un episodio que contrapuso en Rondônia a autoridades ambientales del estado y a dos investigadores, Luiz Hildebrando Pereira da Silva y Rodrigo Stabeli, ambos del Instituto de Patología Tropical de Rondônia (Ipepatro). Según el relato de Rezende, Hildebrando y Stabeli fueron abordados por funcionarios del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) que les entregaron una intimación relacionada con una denuncia anónima en la que se los acusa de biopiratería. La reacción a la carta fue inmediata: el Ibama volvió atrás y suspendió las intimaciones. El Ipepatro desarrolla investigaciones en enfermedades tales como la malaria en colaboración con la Universidad Federal de Rondônia (Unir) y el Centro de Investigaciones en Medicina Tropical (Cepem), ligado a la gobernación del estado. Un manifiesto en defensa de los investigadores llegó a ser lanzado por el científico Sergio Mascarenhas. “Es un absurdo pues los trabajos se refieren a investigaciones autorizadas y se realizan en difíciles condiciones y con mucho idealismo”, dijo Mascarenhas.
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