CRISTINA JIMENEZSeptiembre de 2008 puede pasar a la historia como el mes en que la física de partículas, tema tan fascinante como complejo, estuvo en la cima de todos los noticieros como casi nunca se había visto. El primer tema de ese período fue, por supuesto, la crisis en la economía estadounidense, que amenaza con provocar una recesión de proporciones mundiales e imprevisibles. El segundo, la esperada entrada en funcionamiento del Large Hadron Collider (LHC), el mayor acelerador de partículas del planeta, erigido por el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (Cern) 100 metros debajo de la superficie, en los alrededores de Ginebra, pegado a la frontera de Suiza con Francia.
El 10 de septiembre, cuando el primero haz de protones recorrió el túnel circular de 27 kilómetros de extensión del LHC, una audiencia televisiva estimada en mil millones de personas, una sexta parte de la población del planeta, vio notas sobre el comienzo de los trabajos de la mayor y más compleja estructura científica erigida por el hombre. Una prueba más de que el LHC era el destacado del momento apareció en internet: ese día, la página inicial del buscador Google, parada casi que obligatoria para quienes usan cotidianamente la computadora, estampaba un dibujo del megaacelerador. Tamaña publicidad alrededor del LHC rindió también algunas noticias que desagradaron a la comunidad científica. Propagada por algunos medios de comunicación, la hipótesis absurda de que la operación del equipo podría crear un agujero negro, capaz de succionar a la Tierra, primeramente irritó a los físicos y luego fue motivo de chistes.
Pero el 19 de septiembre se produjo un revés bastante concreto que puso nuevamente al LHC en el centro de las noticias: un escape de gas helio en el sector 3-4 de su túnel, desencadenado probablemente por una falla eléctrica que llevó a la derretimiento de dos electroimanes, interrumpió los trabajos y provocó la clausura de la megaestructura erigida en los alrededores de Ginebra. El arreglo tardará meses y se prevé que el aparato volverá a funcionar durante el primer semestre de 2009, después del fin del inverno en el Hemisferio Norte. “Por haber sucedido inmediatamente después del gran éxito que fue la entrada en operaciones del LHC, el incidente es sin duda un golpe psicológico”, dijo en un comunicado a la prensa Robert Aymar, director general del Cern. “Pero no tengo dudas de que vamos a superar este percance con el mismo grado de rigor y aplicación que hubo en la construcción y en la operación del complejo que alberga al acelerador”.
Respuestas para el Big Bang
El LHC es una obra que cuya construcción se extendió durante casi dos décadas, contando la planificación, la construcción y los atrasos, y costó alrededor de 10 mil millones de dólares. Este equipamiento, mediante el cual los investigadores esperan provocar y observar las tan aguardadas colisiones de protones, permitirá investigar el Universo de fracciones de segundo después de la explosión primordial (el Big Bang) que lo habría creado y los misteriosos bosones de Higgs, hipotéticas partículas elementales de la materia que serían las responsables de dar masa a las demás partículas, pero cuya existencia nunca se comprobó. Es decir, respuestas para la física de lo muy pequeño y de lo muy grande. Casi 10 mil investigadores, entre los cuales se encuentran alrededor de 70 brasileños, producirán algún tipo de trabajo científico en el LHC durante los próximos años.
Los electroimanes son piezas fundamentales en la estructura del LHC. Cuando se los enfría a temperaturas extremadamente bajas, asumen propiedades superconductoras y sirven de guía a los protones en sus viajes por el enorme túnel subterráneo. Con la ayuda del gas helio, trabajan enfriados a -271,3° C en el megaacelerador del Cern. Para arreglar los dos electroimanes que sufirieron desperfectos y se derritieron el mes pasado, será necesario calentar el lugar donde están instalados, hacer los cambios y reparaciones y posteriormente enfriar nuevamente todo el ambiente. Todo este proceso deberá extenderse durante dos meses y terminará más o menos en diciembre, llegando ya el invierno europeo. Como el Cern cierra en la estación fría para la realización de mantenimientos periódicos, el LHC solamente volverá a funcionar en 2009, en la primavera del Hemisferio Norte.
REPRODUciónEl contratiempo no retaceará la confianza de la comunidad científica en el LHC o la popularidad del acelerador entre el público lego. “La causa específica del escape de helio es atípica, pero pueden ocurrir problemas al comienzo del funcionamiento de una máquina tan compleja”, sostiene el físico brasileño Roberto Salmeron, radicado desde hace más de 30 años en París y que forma parte de la primera tanda de investigadores contratados por el Cern en la década de 1950. Para el veterano investigador, el retraso en el comienzo del funcionamiento del LHC debido al incidente no representa realmente un atraso en el cronograma de trabajo del acelerador de partículas. “No tiene sentido hablar de atraso; todo sucedió tal como estaba previsto”, dice Salmeron. La magnitud y lo inédito de la misión científica del LHC, la excelencia de la investigación europea en estructura de la materia, el prestigio de la ciencia producida en el Cern; todo eso hizo que el megaacelerador haya sido objeto de una publicidad excepcional en los medios de comunicación, más que justificada, de acuerdo con la opinión del físico brasileño. “En el pasado, cuando no era conocido del gran público, el Cern obtuvo resultados que produjeron verdaderas revoluciones en la física, pero la gente ni siquiera se dio cuenta”, comenta Salmeron. “Ésa fue una grave falla de los científicos, que no mantuvieron con el contacto que deberían con la gente”.
En esta ocasión, los físicos europeos contaron con un refuerzo inusitado para difundir su trabajo. El video de un rap de casi cinco minutos sobre el megaacelerador, producido y protagonizado por Katherine McAlpine, una periodista norteamericana de 23 años, se convirtió en un hit en internet. El Large hadron rap fue visitado casi 3,5 millones de veces en You Tube, el sitio más popular de hospedaje de videos en la red mundial de computadoras, y se convirtió en tema de artículos en la prensa internacional. El éxito del video musical, amateur, pero bien hecho, transformó a Alpinekat, nombre artístico de la rapper encarnada por la joven comunicadora, en una pequeña celebridad del mundo digital. “Yo creía que con todo el alarde sobre el LHC, el video sería visto por unas 10 mil personas”, declaró a Pesquisa FAPESP Katherine, quien se recibió el año pasado en física y periodismo en la Universidad del Estado de Michigan. “Pero, después de algunos días, los accesos se dispararon”. Su previsión inicial se basaba en la audiencia obtenida por su rap de estrenos en el área de divulgación científica. Su vídeo sobre un neurochip desarrollado por investigadores israelitas fue inicialmente visto por 600 personas.
En general, las reacciones provocadas por el rap sobre el LHC fueron positivas entre los investigadores, según Katherine. “La mayoría de los científicos del Cern vio en el rap una forma nueva, si bien que tonta, de llamar la atención sobre el acelerador”, afirmó la periodista. “Unos pocos científicos que se toman demasiado en serio a la física de partículas me censuraron. Creen que hice el papel de boba y compliqué su área de trabajo”. Cabe recodar que la world wide web – la famosa www, la cara de internet usada por la mayoría de las personas, donde está incluso el Large hadron rap – fue inventada en 1989 por Tim Berners-Lee, un físico en ese entonces al servicio del Cern. Cuando el LHC finalmente esté funcionando plenamente el año que viene, es probable que los físicos del Cern produzcan mucho más que buena ciencia sobre el origen del Universo. Por añadidura, puede surgir algún invento tan revolucionario como la web.
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