
ESO / VVVX surveyImágenes de las nubes de gas donde se forman las estrellas, excepto una (arriba, en el centro) que muestra un denso conjunto de estrellas antiguasESO / VVVX survey
Ya está listo un gigantesco mapa de la Vía Láctea confeccionado a partir de las frecuencias infrarrojas detectadas por el telescopio Vista, del Observatorio Europeo Austral (ESO), situado en Cerro Paranal (Chile). Hay 10 veces más objetos en comparación con el resultado anterior, publicado por el mismo grupo en 2012. “Podemos imaginar a este trabajo como un gran censo estelar, en el que procuramos entender la estructura y la evolución de la Vía Láctea”, explicó el astrofísico Roberto Saito, de la Universidad Federal de Santa Catarina, en una entrevista concedida al pódcast Pesquisa Brasil. Saito es el autor principal del artículo publicado en septiembre en la revista Astronomy & Astrophysics con estos resultados. El proyecto inicial tenía previsto cartografiar un área de 560 grados cuadrados (deg2), pero los resultados finalmente cubrieron 1.700 deg2. “Estamos hablando de un área equivalente a 8.600 lunas llenas, lo que triplicó el área inicial”. En este espacio caben más de 1.500 millones de objetos celestes. Las observaciones efectuadas por el proyecto a lo largo de una década permitieron divisar estrellas conocidas como variables pulsantes, que constituyen buenos marcadores de distancias, una de las grandes dificultades de la astronomía. Gracias a ello fue posible mapear la estructura tridimensional de la galaxia, así como la cinemática, es decir, el desplazamiento de las estrellas en el transcurso de este período de 10 años. Uno de los logros ha sido mejorar la comprensión del sector de la galaxia conocido como bulbo o núcleo galáctico. “Este tendría la forma de una caja o incluso de una X, que difiere bastante de la idea clásica de un bulbo esférico”, pondera, haciendo hincapié en que se trata de un resultado importante (Pesquisa Brasil, 4 de octubre).
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