En julio de 2005, un grupo de 52 investigadores de Brasil y de otros nueve países sudamericanos partirán de la cabecera de la cuenca del río Amazonas, en los Andes peruanos, para hacer una expedición que se extenderá por cuatro meses y medio, cuyo destino es la desembocadura en el océano Atlántico. El viaje se hará por tierra y por agua, con el apoyo de camiones, un barco con balsa, kayacs, animales de carga e incluso un helicóptero.
El objetivo es medir la extensión del río –pues los sistemas de georreferenciamento sugieren un tamaño mayor que el que indican los datos oficiales. También se intentará evaluar en qué medida los cambios climáticos están alterando las condiciones de deshielo de los Andes y de la lluvia en la cuenca del Amazonas, modificando así el perfil de sedimentos depositados en el curso de agua. El equipo contará con la participación de geólogos, geógrafos, biólogos y hasta de un arqueólogo.
La Expedición Andes-Amazonas es una iniciativa de la Organización Socio-Ambiental y Expediciones Científicas, con el apoyo de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, que reúne a ocho países de la región, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, sigla en portugués), el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (Inpa, sigla en portugués) y las universidades federales de Amazonas y Acre, entre otros. Los resultados del viaje se transformarán en videos, libros y una exposición.
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