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Geografía

El turno de los satélites privados de observación de la Tierra

Los satélites de observación de la Tierra administrados por empresas comienzan a despertar el interés de los científicos. La compañía finlandesa Iceye anunció que este año lanzará el primero de una serie de 20 satélites equipados con radares que podrán captar imágenes de un mismo lugar varias veces al día. La empresa escandinava ingresa a un mercado en el que ya existen otros competidores, tales como la estadounidense XpressSAR y la canadiense Urthecast. En 2016, la argentina Satellogic lanzó dos satélites de 35 kilogramos y se convirtió en la primera empresa en explotar comercialmente imágenes hiperespectrales, aquéllas que abarcan varias longitudes de onda. Parte de los datos recabados fueron puestos gratis a disposición de los científicos. El avance de los satélites comerciales es visto simultáneamente con alivio y con reservas por la comunidad científica. Lo primero, porque las nuevas generaciones de satélites públicos corren riesgo de ser sólo meros proyectos. Un ejemplo de ello es el Pace, de la Nasa, que debería proveer de imágenes hiperespectrales a partir de 2018 pero que podría ser cancelado debido al recorte en el presupuesto de la agencia propuesto por el presidente Donald Trump. Y con reservas, porque no hay garantías de que las empresas aporten los datos específicos y registros históricos que necesitan los investigadores. El profesor Andreas Kääb, del Departamento de Geociencias de la Universidad de Oslo, en Noruega, dijo a la revista Nature que las empresas, aunque ofrezcan imágenes, rara vez proveen los datos brutos captados por los satélites que son necesarios para sus estudios.

 

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