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NECROLÓGICA

Entre la ética y el espíritu

Flávio Pierucci fue uno de los mayores intérpretes de la actual religiosidad brasileña

TUCA VIEIRA/ FOLHAPRESSPierucci en 2004: análisis de los movimientos pentecostales y católicosTUCA VIEIRA/ FOLHAPRESS

El, que entendía como pocos el “desencantamiento del mundo” weberiano ‒una de sus especialidades‒, sin quererlo, terminó por alimentar ese desencanto, con su muerte ocurrida el pasado 8 de junio, a los 67 años. El sociólogo Flávio Pierucci trabajó en el campo de la sociología de la religión a partir de las referencias de Max Weber y, más recientemente, estaba discutiendo el fenómeno de la religiosidad brasileña con base en los datos de los distintos censos demográficos. Le interesaba en particular el crecimiento del pentecostalismo en sus distintas vertientes y la predominancia de la Iglesia Católica más allá de la disminución porcentual de sus fieles, y lamentaba la merma de los adeptos a las religiones africanas, tales como la umbanda y el candomblé, producto de la dicha expansión neopentecostal.

Se especializó en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana (1970); se graduó en filosofía (1973) y obtuvo los títulos de magíster en ciencias sociales en 1977, con la tesina intitulada “La Iglesia Católica y la reproducción humana en Brasil”, defendida en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP); de doctor en sociología en 1985, con la tesis “Democracia, iglesia y voto: la implicación del clero católico en las elecciones de 1982”; y libre docente en 2001, con “El desencantamiento del mundo: los pasos del concepto en Max Weber”, este último por la Universidad de São Paulo, donde fue docente titular y jefe del departamento de sociología hasta su fallecimiento. Entre 1971 y 1987 fue investigador del Centro Brasileño de Análisis y Planificación (Cebrap).

Entre 1978 y 1985, fue profesor del departamento de sociología de la PUC-SP. Entre 1992 y 1996, fue secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Posgrado e Investigación en Ciencias Sociales (Anpocs), y entre 2001 y 2012, secretario general de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC).

Entre sus decenas de trabajos publicados se destacan los libros A realidade social das religiões no Brasil e Igreja: contradições e acomodação. Uno de sus trabajos analizaba la relación entre el crecimiento de las iglesias neopentecostales y su implicación con la política. Fue uno de los estudios pioneros en el tema.

Para Pierucci, Brasil asiste a una oferta enorme de religiones, por eso afirmar que la religión es un negocio hoy en día no sería un error. Y para conquistar más fieles, o clientes, según Pierucci, las iglesias emplean estrategias de marketing, al igual que las empresas. La gente no busca más la salvación después de la muerte: sus deseos son inmediatos. Esto es lo que las nuevas religiones intentan ofrecer. Aquéllas que no lo ofrecen, pierden clientes.

“La gente busca un nuevo tipo de religión, el de las iglesias pentecostales, que a decir verdad no prometen la lealtad a su pasado religioso, sino la ruptura con ese pasado. Es una religión que prende mucho en la cultura capitalista”, afirmaba. “La religión ejerce mucho en la actualidad el marketing de sí misma. Dice así: mira, es necesaria la religión para ser feliz, para tener salud mental y física. Algunos la necesitan, otros no. Unos viven muy bien sin religión”, sostenía.

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