Visto de cerca, el cristal encajado en el dispositivo óptico de un laboratorio de física guarda sorpresas. Cuando se hace incidir un haz de luz láser sobre el cristal de zafiro con titanio, genera esta estrella luminosa que se dispersa en una infinidad de puntos verdes. Una ojeada a este espectáculo cuasi celeste constituye un paréntesis en la investigación, que consiste en desarrollar experimentos con láseres pulsados para usos de alta precisión, tales como el grabado de metales sin generar corrosión o practicar cortes en la córnea en las cirugías oftalmológicas.
Imagen enviada por el físico Vinícius Pereira Pinto, estudiante de maestría en el Instituto de Física de São Carlos de la Universidad de São Paulo (IFSC-USP)
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