Varios investigadores de materiales estadounidenses y australianos propusieron la utilización de compuestos plásticos reforzados con nanopartículas de celulosa en automóviles. Las nanocelulosas son materiales ultrarreforzados que se extraen de árboles de reforestación. Lo que se pretende es reemplazar las estructuras metálicas pesadas del interior de los automóviles, como en el caso de los asientos. La ventaja radica en contar con materiales más livianos y baratos que los metales y fibras de carbono empleados en diversas partes de los vehículos de lujo. Según el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE), la disminución de un 10% del peso en un vehículo reduce el consumo de combustible entre un 6% y un 8%. Para el desarrollo de las nanocelulosas para el sector automovilístico, las empresas Futuris Automotive y American Process firmaron un convenio con el Instituto de Tecnología de Georgia, la Universidad de Atlanta Clark, la Universidad de Tecnología Swinburne y el Laboratorio de Productos Forestales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
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