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CARTA DE LA EDITORA | 235

Financiación a la investigación

Esta edición de la revista Pesquisa FAPESP presenta tres reportajes que aportan reflexiones importantes sobre la organización institucional de la ciencia en el mundo y en Brasil.

La escala actual de los megaproyectos de física de partículas es tal que ningún país cuanta con capacidad como para financiarlos exclusivamente con recursos propios. Estados Unidos se propone albergar por primera vez un proyecto multimillonario internacional en su territorio, enfocado en el estudio de los neutrinos, unas partículas misteriosas y abundantes en el universo. Ese cambio de postura obedece a que el país percibe su retraso en el área de la física de partículas luego de la inauguración del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), que cuenta con recursos estadounidenses, pero se encuentra bajo el mando de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (Cern). En la entrevista de este número, el director del Fermilab, Nigel Lockyer, explica que, a partir de un informe que elaboró un grupo de expertos del área, Estados Unidos resolvió concentrar sus esfuerzos en física de partículas y el montaje de un gran experimento sobre neutrinos. El Deep Underground Neutrino Experiment (Dune), cuya sede será el laboratorio de Chicago, ahora busca colaboradores internacionales, tales como Brasil.

En busca de la ampliación de las fuentes de financiación para investigación y desarrollo (I&D), el gobierno de Argentina impulsó la búsqueda de nuevos instrumentos. Una de las estrategias del país la constituyen las colaboraciones público-privadas para incrementar la participación de las empresas argentinas en las actividades de I&D, que actualmente representan tan sólo el 24% de las inversiones. El titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva desde la creación de esa cartera en 2007, Lino Barañao, explica en un reportaje concedido durante su visita a la ciudad de São Paulo, que Argentina pretende asimilar las buenas prácticas de la iniciativa privada paulista, a la cual considera innovadora, para lograr un avance en proyectos con aplicaciones potenciales a corto y mediano plazo. La comparación con un ejemplo exitoso y cercano a la realidad argentina, sostiene el ministro, permite mostrarles a los empresarios de su país que la inversión en I&D resulta rentable.

Un ejemplo de una institución de investigación científica exitosa que implementó un modelo de financiación poco común en Brasil es el Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada (Impa), vinculado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI). El perfil de la institución revela que el reconocimiento recibido deriva de una serie de factores, tales como el alto grado de internacionalización de su cuerpo docente y de su alumnado, así como la flexibilidad académica, que les permite el ingreso al posgrado a los alumnos que aún no han concluido la enseñanza media. La resolución ‒que se tomó al comienzo de los años 2000‒ que la convirtió en una organización social (OS), es decir, una persona jurídica de derecho privado sin fines de lucro, explica, en parte, la condición actual del instituto. La fuente de recursos de la institución es un contrato de gestión establecido con el MCTI, pero también se suman a ello donaciones privadas, que forman parte de su presupuesto anual (entre un 2% y un 3% del total). Una de las ventajas de ser una OS radica en la autonomía para definir sus propias políticas de contratación y remuneración del personal, lo cual contribuye en la captación de buenos cuadros.

La cesión de la soberanía en el liderazgo de proyectos científicos a cambio de colaboración y cofinanciación, y la búsqueda de nuevos modelos y regímenes  son algunos de los temas complejos de los reportajes que componen la presente edición. Buena reflexión.

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