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Memoria

Historias en la gaveta

La mayor parte de las investigaciones de Emil Snethlage, realizadas con indígenas en el estado de Rondônia durante la década de 1930, permanece inédita

Snethlage en la reserva técnica del Museo Etnográfico de Berlín, en los años 1930

Archivo de la familia Snethlage Snethlage en la reserva técnica del Museo Etnográfico de Berlín, en los años 1930Archivo de la familia Snethlage

Alemania guarda desde los años 1930 registros únicos de indígenas del alto río Madeira y del valle del río Guaporé, en el estado de Rondônia. Los mismos reúnen información sobre costumbres, ubicación y apuntes de palabras y frases de idiomas de etnias en vía de desaparecer, además de fotografías, un película muda de danzas y rituales, músicas grabadas en cilindros de cera, 2.400 objetos y testimonios de nativos que ayudarían a los descendientes de los habitantes de esa región a rescatar un período de su propia historia. Una parte de ese patrimonio se encuentra disponible para consultas en el Museo Etnográfico de Berlín y en el Archivo Fonográfico de Berlín. Otra parte, igualmente importante, permanece inédita en poder Rotger Snethlage, hijo del etnólogo Emil-Heinrich Snethlage, investigador alemán que realizó un extenso trabajo de recolección y observación durante dos largas visitas a Brasil.

Emil Snethlage (1897-1939) era sobrino de Emilia Snethlage (1868-1929), ornitóloga alemana contratada por Emílio Goeldi para el Museo Paraense Emílio Goeldi (MPEG), con sede en la ciudad de Belém, en el año de 1905. Emilia es una de las principales científicas de la historia de ese museo, que estuvo bajo su dirección en dos oportunidades. Las historias y las cartas de la tía inspiraron al hijo de su hermano a seguir la carrera científica como investigador viajante. Aconsejado por ella, Emil estudió botánica y se doctoró en 1923 en Berlín.

Una secuencia de una película muda de Snethlage muestra a indios de las etnias Amniapé y Guarategaja jugando con un balón de caucho, que podía ser tocado exclusivamente con la cabeza (s/d)

Archivo de la familia Snethlage Una secuencia de una película muda de Snethlage muestra a indios de las etnias Amniapé y Guarategaja jugando con un balón de caucho, que podía ser tocado exclusivamente con la cabeza (s/d)Archivo de la familia Snethlage

Ese mismo año arribó a Brasil y comenzó una expedición –acompañado en parte por Emilia– por varios estados del nordeste del país, para ayudar a formar una colección destinada al Museo Field de Historia Natural de Chicago, en Estados Unidos. Bajo la supervisión de su tía, Emil catalogó 449 especies de aves y escribió tres artículos para el Journal für Ornithologie. También halló varios pueblos indígenas por el camino, siempre tomando apuntes sobre sus culturas. Regresó a Alemania en 1926 y, tras una conferencia ante la Sociedad Berlinesa de Antropología, fue contratado como asistente en el Museo Etnográfico de Berlín. Rápidamente, Emil dejó la botánica y la zoología en segundo plano para dedicarse a la etnología.

En 1933 volvió a Brasil al servicio del museo berlinés y conoció el valle del río Guaporé, en la frontera de Brasil con Bolivia, la misma región que años después visitaría Claude Lévi-Strauss. Snethlage permaneció en la zona hasta 1935, y estuvo en contacto al menos con 13 etnias. Durante ese tiempo, escribió un extenso diario, además de realizar grabaciones, tomar fotografías y filmar al menos una película muda.

Indio de la etnia Apinajé, probablemente en Maranhão (s/f)

Archivo de la familia Snethlage Indio de la etnia Apinajé, probablemente en Maranhão (s/f)Archivo de la familia Snethlage

“Los estudios que él realizó constituyen el único registro científico y sistemático de aquellos pueblos indígenas entre las décadas de 1930 y 1950; pero su mayor parte siguen en condición de inéditos”, dice Gleice Mere, periodista y fotógrafa posgraduada en diseño fotográfico en Alemania. Mere es la apoderada de la colección de Emil Snethlage en Brasil e investigadora independiente, sin vínculo institucional. En la edición de septiembre-diciembre de 2013 del Boletim do MPEG – Ciências Humanas, ella publicó un artículo científico con notas biográficas, análisis de las dos expediciones del investigador y cartas del etnólogo Curt Nimuendajú.

Emil escribió 1.042 páginas de diario de campo. No logró publicar la mayor parte de los estudios realizados en Brasil porque murió precozmente, a los 42 años, como consecuencia de una embolia pulmonar. “De acuerdo con Rotger”, comenta Gleice Mere, “luego de la muerte de su padre, su madre Anneliese mecanografió el manuscrito y lo protegió de los nazis –Emil no era miembro del partido de Hitler– y de los bombardeos sobre Berlín”. En la actualidad, Rotger en Alemania, y Gleice Mere en Brasil intentan obtener financiación para publicar el material.

“El diario de campo de Snethlage constituye un material riquísimo para antropólogos y descendientes de los pueblos indígenas que él visitó”, dice el lingüista holandés Hein van der Voort, investigador del MPEG, quien trabaja con los indios de Guaporé y tuvo acceso al manuscrito. En 2009, nueve indios de la región visitaron museos de Basilea (Suiza), Viena (Austria), Leiden (Holanda) y Berlín. Llevaron objetos originales de sus pueblos y conocieran las colecciones indígenas de esas instituciones. “Una indígena reconoció en una grabación hecha por Emil en los años 1930 las músicas que cantaba su padre; otro, de una etnia que ya fue casi extinta, redescubrió nombres de antepasados perdidos en el tiempo”, comenta Mere, quien acompañó al grupo que viajó por medio un proyecto financiado por museos europeos y un antropólogo alemán. En caso de que logren publicar el diario de Emil en alemán y en portugués, quedará disponible otra importante cantidad de información.

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