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Teoría literaria

Ideas de muchos lugares

El libro de ensayos Ao vencedor as batatas, de Roberto Schwarz, cumple 40 años de debates en varias áreas del conocimiento

Editora 34 Científicos de diversas áreas convocados para debatir sobre la obra en el mes de septiembreEditora 34

Hace 40 años, el crítico literario Roberto Schwarz publicó el libro intitulado Ao vencedor as batatas: Forma literária e processo social nos inícios do romance brasileiro (Duas Cidades/ Editora 34), en el cual polemiza sobre el surgimiento de la novela brasileña a partir del análisis de las obras de José de Alencar (1829-1877) y Machado de Assis (1839-1908). En el libro, Schwarz ejerce una crítica literaria en constante diálogo con temáticas de las ciencias sociales, haciendo hincapié en la disparidad presente entre la sociedad esclavista brasileña y las ideas del liberalismo europeo, el contexto en el que ocurrió la génesis de la novela como forma literaria en el siglo XIX. El crítico plantea cómo difieren las ideas europeas adoptadas en Brasil que se hacen evidentes en las obras de Alencar y de Machado, al sostener que la novela era un lenguaje ajeno a través del cual quedaba de manifiesto el afán de autenticidad de los escritores. “En el devenir de su reproducción social, Brasil adopta y reproduce incansablemente conceptos europeos, siempre en sentido impropio. En calidad de ello es que las mismas serán objeto y problema a un mismo tiempo para la literatura”, escribe Schwarz en uno de los ensayos incluidos en el libro.

El aniversario de la publicación de la obra, a la cual se la considera una de las más significativas para la crítica literaria y el pensamiento social brasileño, fue el tema de un seminario organizado por la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de São Paulo (FFLCH-USP), en el mes de septiembre. Docentes y jóvenes investigadores de las áreas de letras, filosofía, sociología y ciencias políticas convergieron para debatir la obra.

El célebre texto “Las ideas foráneas” al comienzo del libro, apunta a dar cuenta de ese desplazamiento, al consignar que, en el Brasil de finales del siglo XIX, las ideas provenientes del universo burgués europeo, entre ellas el trabajo libre y el progreso, se hallaban desacopladas en relación con su empleo en Europa. El crítico escribió ese ensayo durante su exilio en París, adonde se trasladó en 1968, cuando la represión impuesta por el gobierno militar brasileño se tornó más violenta, y regresó recién en 1978.

El ensayo, publicado originalmente en la revista Novos Estudos, del Centro Brasileño de Análisis y Planificación (Cebrap), en 1973, busca explicar lo que significó la adopción de la ideología liberal por la clase dirigente brasileña en el siglo XIX. Schwarz adopta el concepto marxista de ideología y afirma que, si el discurso liberal ya entrañaba un encubrimiento de la realidad europea, aquí su sentido era algo más complicado, al fin y al cabo, ¿cómo podrían pensarse la “libertad” y las relaciones de trabajo libres en una sociedad orquestada en torno a la esclavitud? ¿Cómo operaban las ideas gestadas en Europa en condiciones materiales y simbólicas tan diferentes como las brasileñas? “En ese contexto, las ideologías no describen ni siquiera falsamente la realidad, y no gravitan al compás de una ley que les sea propia, razón por la cual las llamamos de segundo grado”, escribe Schwarz. Cuando menciona el término “segundo grado”, el autor parte del precepto de que en Europa, la ideología liberal ya enmascara, en el siglo XIX, la realidad material y las relaciones de clase. Una ideología de segundo grado, en lugar de encubrir y, por lo tanto, enmascarar la opresión, contrariamente serviría como justificativo directo para la opresión.

El crítico escribió el célebre ensayo “As ideias fora do lugar” durante su exilio en París, hacia donde se fue en 1968

El autor hace hincapié en resaltar un tramo en el ensayo “Las ideas fuera de contexto”, realzando el carácter central de su argumentación, al afirmar: “(…) una vez adoptadas las ideas y las razones europeas, las mismas podían servir y muchas veces sirvieron como justificativo, nominalmente ‘objetivo’, para el momento de arbitrio que subyace en la naturaleza del favor. Ese segmento señala uno de los temas principales que se tratan en el libro: el “favor”, un concepto que permite la entrada en escena de Machado de Assis y uno de los momentos en que se combinan la teoría literaria y la sociología. En Quincas Borba (1892), el protagonista principal –Rubião– recibe una cuantiosa herencia y se aprovecha de ella para vivir repartiendo y negociando agrados reales e imaginarios. Toda la herencia que recibió la dilapida y con ella, también desaparece su cordura. Sin embargo, él no deja nunca de repetir la máxima “al vencedor, las papas”, una frase que va adquiriendo ribetes cada vez más irónicos a lo largo de la narrativa.

Para Schwarz, el protagonista sería una expresión de las huellas que deja el trabajo esclavo, no sólo en la relación entre amos y esclavos, sino también en el ámbito del trabajo libre. Así como en Europa la relación entre trabajadores libres y burguesía simula proporcionarles a ambos un grado similar de libertad, ese favor, puesto en práctica en la periferia del capitalismo (o sea, en Brasil, y Schwarz sugiere sin ahondar, en toda América Latina) explica una relación de trabajo que comporta una dependencia del obrero ante los poderosos, que raramente son burgueses en el sentido europeo del término, sino, generalmente, propietarios.

Los ensayos que le siguen al texto inicial del libro de Schwarz se sostienen, cada uno, en los libros de la primera etapa de Machado de Assis: Ressurreição (1872), A mão e a luva (1874), Helena (1876) y Iaiá Garcia (1878). En estas novelas, el favor interviene directamente en la construcción de la trama, que narra historias o proyectos de progreso social frente a una sociedad que les impone obstáculos a los más pobres. En tanto, el título Ao vencedor as batatas fue extraído de una novela de la etapa posterior de Machado de Assis, cuando los narradores y protagonistas de Memórias póstumas de Brás Cubas (1881), Quincas Borba y Dom Casmurro (1899), Esaú e Jacó (1904) y Memorial de Aires (1908), pasan a ejercer, con virajes y digresiones, un doble discurso, capaz de defender simultáneamente el libre mercado y la esclavitud. Éste es el momento en que el formato social se traduce al formato literario, no como un espejo, sino como una nueva construcción. Las lecturas de aquello que el crítico literario denominó como “viraje machadiano” se describen en otros ensayos de su autoría, especialmente en el libro Um mestre na periferia do capitalismo (1990) y en artículos compilados en Que horas são? (1987), Sequências brasileiras (1999), Duas meninas (1997) y Martinha versus Lucrécia (2012).

El crítico literario Roberto Schwarz nació en Austria y estudió ciencias sociales, entre 1957 y 1960, en la Universidad de São Paulo (USP). Él fue uno de los participantes más jóvenes de un seminario de debates sobre El capital, de Marx, que en 1958 convocó a distintas personalidades del ambiente universitario paulista de varias áreas, entre los que figuraron Fernando Henrique Cardoso, Fernando Novais, José Arthur Giannotti y Paul Singer. Más tarde, Schwarz realizó un máster en teoría literaria y literatura comparada en la Universidad Yale, en Estados Unidos. A su regreso a Brasil, se convirtió en asistente de Antonio Candido en el Departamento de Teoría Literaria de la USP. El doctorado lo hizo en la Universidad París III, en Francia. Uno de los puntos de partida de Ao vencedor as batatas justamente fue el rescate crítico del proceso histórico elaborado por Candido en el libro Formação da literatura brasileira: O estudo das relações entre forma literária e processo social nos inícios do romance brasileiro, que fue publicado en 1959. “Que la literatura forma parte de la sociedad o que se conozca la literatura a través de la sociedad y la sociedad por intermedio de la literatura, son tesis capitales del siglo XIX, sin las cuales, por cierto, la importancia específicamente moderna de la literatura sería incomprensible”, explicó Schwarz en una entrevista que le concediera a Pesquisa FAPESP en 2004.

El método de Schwarz suscitó diversas polémicas. Una de ellas le atribuye que se inclina más hacia la sociología que a la crítica literaria

“Al abrir el debate para la inclusión de otros libros de Schwarz, el seminario organizado en la FFLCH puso sobre el tapete que, para el autor, la forma artística constituye una manera de conocer contradicciones poco obvias de las formas de la experiencia social, y que la producción cultural brasileña se encuentra relacionada tanto con los temas locales como globales”, analiza Salete de Almeida Cara, docente de teoría literaria en la FFLCH-USP.

Las elecciones de Schwarz suscitaron diversas polémicas, entre ellas, aquélla que apunta que el autor hace más sociología que crítica literaria. Para João Cezar de Castro Rocha, docente de literatura comparada de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (Uerj), esta crítica se explica por la trayectoria de la disciplina de la crítica literaria como posgrado en el país, donde está anclada una visión “fuertemente binaria” con dos corrientes opuestas. Una de ellas priorizó los debates formales y se organizó en torno a la revista Noigandres y a los poetas y críticos Haroldo y Augusto de Campos. La otra puso de relieve el debate acerca de cómo se expresa aquello externo a la obra en la forma literaria. “El subtítulo de Ao vencedor as batatas es ‘Forma literaria y proceso social’. Hago hincapié en la ‘y’ y en el orden de los términos, no es ‘proceso social y forma literaria’”, acota De Castro Rocha.

Según el investigador de la Uerj, el éxito del libro se basa en la superación, lograda por Schwarz, al pasar de un lugar común que era usual en la década de 1960, cuando comenzó a gestarse el libro: la idea de un Machado de Assis ausente, es decir, la percepción de que éste no abordaba los asuntos políticos y raciales de su época. A partir de Schwarz, Machado de Assis dejó entonces de ser “un Luciano de Samósata nacido en el Morro do Livramento”, tal el apelativo que le dio el crítico Alfredo Pujol (1865-1930) refiriéndose al escritor y humorista nacido en Siria alrededor del año 120 d. C.

Los argumentos de Schwarz no sólo generaron polémica en el campo estricto de la teoría literaria. El profesor de ciencia política de la USP Bernardo Ricupero, uno de los participantes del seminario que celebró los 40 años de la obra, registró en el artículo “De la formación a la forma. Incluyendo las ‘ideas foráneas’”, publicado en la revista Lua Nova, que “uno de los planteos más controvertidos, y mal comprendidos, de la crítica de la cultura brasileña es la de las ‘ideas fuera de lugar’”. En sintonía con Ricupero, la filósofa Maria Sylvia Carvalho Franco, docente jubilada de la USP, autora de Homens livres na sociedade escravocrata (1977), sostiene “que centro y periferia formarían parte de un mismo modelo de producción, cooperando en diferentes momentos del proceso de constitución y reproducción del capital”, algo que reduciría el sentido de pensar al liberalismo como una idea fuera de lugar en Brasil en el tono en que lo hizo el crítico.

Alexandre Camanho

Otra polémica importante surgió entre Schwarz y el también crítico e historiador de la literatura Alfredo Bosi, autor de Brás Cubas em três versões: Estudos machadianos (2006). “Bosi avala la existencia de diferentes formas de liberalismo a lo largo del siglo XIX brasileño que invalidarían la posibilidad de trazar una ideología uniforme para los estratos dominantes de ese período en Brasil. Había distintas nociones de liberalismo en conflicto, y ése es el detalle que, según Bosi, se le habría pasado por alto a Schwarz”, escribió el sociólogo Flávio de Rosa Moura en el artículo “Un crítico en el pandemonio”, en la revista Tempo Social, en 2011.

En diversas ocasiones, Schwarz intentó dar respuesta a las polémicas suscitadas. En una de ellas, durante un encuentro en Buenos Aires, en 2009, escribió: “Bien, está claro que nunca se me ocurrió que las ideas en Brasil estuvieran en un sitio equivocado, ni tampoco, por cierto, que se hallaran en el lugar correcto, y mucho menos que yo fuera capaz de corregir su localización, como el título les ha sugerido a muchos lectores”, escribió en el texto “Por qué ‘ideas fuera de lugar’”, publicado en el libro Martinha versus Lucrécia. “El problema del ensayo –al cual el título aludía en forma irónica, con distanciamiento brechtiano– era otro: se trataba de dilucidar las razones históricas por las cuales las ideas y las formas nuevas, indispensables para la modernización del país, causaban no obstante una irrefutable

El origen de la frase “al vencedor, las papas”
En el sexto capítulo de Quincas Borba, Machado de Assis le da voz al personaje del mismo nombre para que le transmita a su amigo Rubião sus conceptos filosóficos

“Piensa en un campo sembrado de papas y dos tribus hambrientas. Las papas tan sólo alcanzan para alimentar a una de las tribus, que así cobra fuerzas para cruzar la montaña y dirigirse al valle siguiente, donde hay papas en abundancia; pero si las dos tribus se repartieran en paz las papas del campo, no podrían alimentarse lo suficiente y morirían de inanición. La paz, en este caso, es sinónimo de destrucción; la guerra es la supervivencia. Una de las tribus extermina a la otra y recoge los despojos. De allí la alegría por la victoria, los himnos, las aclamaciones, el reconocimiento público y el resto de las consecuencias de las acciones bélicas. Si la guerra no fuese eso, no se producirían tales demostraciones, dado el motivo real de que el hombre sólo festeja y ama aquello que le es apacible o provechoso, y por el motivo racional de que nadie santifica una acción que virtualmente la destruye. Al vencido, odio o compasión; al vencedor, las papas”.

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