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Ingeniería

Identidad bovina

Un sistema desarrollado por una empresa de la localidad paulista de São Carlos para el control de los animales gana espacio en el mercado brasileño y en el exterior

Un crotal electrónico con el chip embutido será expuesto en una feria de diseño en Europa

Miguel Boyayan Un crotal electrónico con el chip embutido será expuesto en una feria de diseño en EuropaMiguel Boyayan

Marcadores amarillos de plástico [aros, o crotales] dotados de un microchip en su interior, adornan las orejas de miles de bovinos en varias propiedades rurales brasileñas. Sin ningún objetivo estético, y sí para identificar y almacenar datos de los animales, esos dispositivos electrónicos son el resultado del desarrollo tecnológico de la empresa Korth, de São Carlos, en el interior paulista. La empresa, conocida en ese segmento con el nombre de Animaltag, participa desde octubre de 2008 de un plan piloto para transformarse en proveedora oficial del programa de rastreo de bovinos y búfalos de Colombia, en una disputa que engloba a otras 14 empresas, siendo cinco de Canadá, dos de Estados Unidos, dos de Francia, una de España y las cuatro restantes de fusiones entre empresas colombianas y de otros países.

La disputa, que ocurre en dos fases, es dura. En la primera, de la cuál pasaron apenas cuatro empresas, se evaluó el desempeño del microchip, la resistencia del material y la tecnología presentada por cada empresa. La segunda fase consiste en su homologación en el campo. Animaltag provee crotales electrónicos inicialmente para 30 propiedades ganaderas del país vecino y sus exportaciones ya llegaron también a otros países tales como Uruguay, Chile, Perú, Venezuela, Argentina, Panamá y Paraguay. En noviembre, hubo otro logro internacional para la empresa. El proyecto de los marcadores se halla entre los 19 proyectos brasileños  premiados en el International Forum (IF) Product Design Award 2009, considerado el principal premio de diseño europeo que culminará con una muestra de los elegidos en Hannover, Alemania, en 2009.

El sistema de rastreo de la empresa está compuesto por dos crotales, uno electrónico y otro visual (con números impresos), un alicate aplicador y un lector del microchip que identifica y almacena una serie de informaciones sobre el animal, tales como peso, medicamentos, vacunas y diagnóstico de preñez, que pueden descargarse luego en una computadora. Estos datos son de importancia para la gestión de un emprendimiento ganadero, tanto para la evolución del animal como para el control de enfermedades. Korth consiguió buena aceptación en el mercado después de promover un cambio tecnológico a partir del año 2004, cuando sus tres socios, actualmente con edades entre 37 y 44 años, resolvieron desarrollar un sistema propio y dejar de importar otras soluciones similares y onerosas para el consumidor final. El punto de partida fue un proyecto financiado por la FAPESP en el marco del Programa de Investigación Innovadora en la Pequeña y Microempresa (Pipe), realizado entre 2005 y 2008 para la formulación de crotales con un dispositivo electrónico en su interior. La pieza está conformada por un chip importado y un sistema con la tecnología RFID, de la sigla en inglés Radio Frequency Identification, o identificación por radiofrecuencia (IRF), que emite y capta datos mediante señales de radio específicas. El conjunto electrónico instalado en el anillo, también denominado transponder, no posee fuente de alimentación, tal como una pila, para funcionar. Es activado por el propio campo magnético del equipamiento portátil de lectura, similar a una radio dotada de una antena en forma de bastón.

El microchip, en beige, dentro del crotal; el sector, en azul, donde se coloca el medicamento cicatrizante para la oreja de la vaca

Korth El microchip, en beige, dentro del crotal; el sector, en azul, donde se coloca el medicamento cicatrizante para la oreja de la vacaKorth

Una de las innovaciones que fue objeto de una de las patentes del sistema de un total de tres- es la incorporación de una sustancia cicatrizante en el dispositivo. El crotal está compuesto por dos partes que se unen en la oreja del animal mediante el alicate. En el momento de unir las partes, una membrana en el interior del anillo se rompe y un medicamento cicatrizante se libera hacia la herida en la oreja. Esa medida evita la miasis, una enfermedad muy común en los vacunos que aparece principalmente en zonas lluviosas luego del acto de perforar la oreja. Más conocida como bichera, la infección es provocada por larvas de moscas. Otra de las patentes se halla relacionada con el encapsulado del chip y la tercera fue registrada en conjunto con la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y se refiere a un sistema de rastreo para monitorear el tránsito de los animales. Investigadores de la unidad Embrapa Ganadería Sudeste, instalada en São Carlos, y de la empresa, desarrollaron un aparato similar al sistema Sem Parar utilizado en los peajes de las carreteras para su utilización en camiones y en las barreras sanitarias existentes en los caminos. Desarrollamos un tag (transponder) que monitorea el tránsito de los animales en las transferencias de hacienda, por ejemplo, al identificar y registrar, mediante la señal del crotal a las vacas que suben en camiones de transporte, dice el ingeniero mecánico Carlos Gustavo Machado, uno de los socios de Animaltag. En las barreras sanitarias, un lector electromagnético realiza la lectura de los registros del tag instalado en el camión, y el inspector sabe así qué animales se hallan allí, de dónde provienen y hacia donde van.

La importancia del rastreo del ganado reside en conocer dónde estuvo cada ejemplar de un lote y con cuáles convivió, en el caso de otros animales, convivió. Eso evita la propagación de enfermedades. El conocer dónde estuvo el animal número 1, por ejemplo, en compañía de los animales 2, 3 y 4, facilita el control sanitario en casos tales como la fiebre aftosa, que presenta un período de incubación de hasta ocho días y puede devastar un rebaño, explica Machado. Brasil posee una normativa de rastreo para bovinos que suman alrededor de 180  millones de cabezas en el país- y búfalos, para la detección del origen y la identidad de los animales. Es el Servicio de Rastreo de la Cadena Productiva de Bovinos y Bubalinos [búfalos] (Sisbov) que no es obligatorio para los ganaderos  y deja abierto el tipo de identificación. Aparte de los crotales electrónicos, broches, tatuajes y marcas de fuego [yerra] con números pueden emplearse para garantizar el rastreo y principalmente otorgar una garantía de seguridad al mercado externo. Según Machado, el valor de la tonelada de carne casi se duplica en mercados que cuentan con la obligatoriedad del rastreo electrónico, tal como sucede en Uruguay, donde Animaltag cuenta con una filial. La tonelada de carne para exportación duplicó el precio luego que se implantara el sistema, cuenta Machado.

En noviembre, la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía de la Cámara de Diputados aprobó un proyecto que tornará obligatoria la adopción de la rastreabilidad sólo con marca de fuego y tatuaje. Los defensores de esos dos antiguos sistemas alegan que son de mayor utilización por parte de pequeños productores. Para muchos, el precio del sistema electrónico todavía es un impedimento. El precio de un crotal electrónico puede situarse en algo menos de 4 reales, dependiendo de la cantidad. Si consideramos que el precio de la arroba (15 kilos) de vaca es de 80 reales y se faenan en promedio con un peso de 18 arrobas, al precio de 1.440 reales, resulta un costo bajo, dice Machado. No hay manera de duplicar un crotal y eso evita fallas en el sistema. El rastreo de los animales es un trabajo agotador cuando se realiza sin equipamiento electrónico y está sujeto a muchos errores. Normalmente, el ganadero usa un cuadernillo de papel donde se anotan todo tipo de datos, principalmente peso, condiciones sanitarias y reproductivas. Resultan comunes los errores en las anotaciones del peso y aparece hasta información del tipo ?toro con ternero mamón (y no vaca), comenta Machado.

Para facilitar la tarea de los cuidadores y potenciar el uso de tecnología por los ganaderos, Animaltag diseñó la Tabla del Peón, una especie de tablilla de cuero que contiene varias tarjetas electrónicas que representan tareas como pesaje, inseminación, vacunas- y datos de registro del ejemplar, tales como raza, sexo y edad. Para registrar al animal o ingresar cualquier información a la ficha electrónica del búfalo o de la vaca, el peón acerca la antena del lector al crotal, que identificará al animal para el sistema, y luego, en cada tarjeta electrónica de la tabla. La tarea o dato de registro se graba automáticamente en la ficha del animal dentro de la memoria del lector. En algunos casos es necesario apretar las teclas Si o No para completar la información ingresada. La lectura siempre se realiza en el cepo, que es un corredor de madera por donde la vaca pasa y queda contenida por medio de compuertas, en determinado momento, para su inspección.

Un rebaño en Colombia: crotales electrónicos y tradicionales con el número impreso

Korth Un rebaño en Colombia: crotales electrónicos y tradicionales con el número impresoKorth

Balanza automática
El pesaje de la vaca es otra innovación presentada por la empresa. Desarrollamos una balanza electrónica (instalada en el cepo) totalmente integrada al lector. Al peón le basta con arrimar el bastón cerca de la tarjeta con el nombre de pesaje electrónico para que el sistema envíe una orden a la balanza y el peso es ingresado automáticamente en la ficha electrónica del animal, explica Machado. La empresa optó por fabricar tanto los crotales como el lector y la balanza, aparte del software que acompaña a los equipos. Las instalaciones de Korth, en São Carlos, albergan a 56 empleados, cuatro de ello ingenieros en desarrollo de productos y tres en elaboración de software.

A partir de octubre contamos con cuatro empleados brasileños residentes en Colombia, comenta Machado. Esta operación comercial costó a la empresa alrededor de 500 mil dólares en homologación de equipos, seguimiento de test y desarrollo local de software. Además de ese monto, la inversión de Korth, en la nueva fase, entre 2005 y 2008, sumó dos millones de reales, y la facturación anual asciende a 8,5 millones de reales, revela Machado. Él no deja de reconocer que el veloz crecimiento de la empresa no sería posible sin la inversión en investigación de la FAPESP, por valor de 323 mil reales, sumados a dos aportes de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) del Ministerio de Ciencia y Tecnología. El primero proviene del Programa de Subvención Económica, por valor de 622 mil reales para el desarrollo de la línea comercial y la homologación del producto en varios países. El segundo fue conjuntamente con Embrapa Ganadería Sudeste mediante recursos del Fondo Verde Amarelo (CTAgro) por valor de 148 mil reales. Representaron ayudas muy importantes, dice Machado.

Además del sistema Animaltag, Korth utiliza la tecnología RFID en equipamientos para el sector sucroalcoholero. Uno de los sistemas más innovadores existen otros más tradicionales que realizan, por ejemplo, el registro de la caña de azúcar cortada que ingresa en la central- es el control del diesel utilizado por camiones y máquinas como una forma de evitar sustracciones de combustible. Se coloca una antena en la boquilla del surtidor de abastecimiento del denominado camión cisterna que va hacia el campo para abastecer a los vehículos. En el tanque de los camiones y de las máquinas se instala un tag que identifica el vehículo y libera la bomba del tanque en contacto con la antena. De esta manera, resulta imposible realizar un abastecimiento en un vehículo que no posea tag. Un lector instalado en el camión registra el abastecimiento de cada vehículo y cuántos litros carga. Toda esa información puede traspasarse posteriormente por cable o sistema inalámbrico Bluetooth hacia las computadoras de la central. También para evitar hurtos, en el caso de los neumáticos, la fábrica Goodyear contrató a Korth para desarrollar un sistema que utiliza un chip vulcanizado que, ubicado en el interior del neumático, emite una señal para un lector externo. Eso sucede porque en las transportistas ocurren gran cantidad de cambios de neumáticos nuevos por usados. Con el chip y un lector externo es posible controlar la autenticidad de los neumáticos y también registrar el desgaste en el transcurso del tiempo, dice Machado.

El Proyecto
Desarrollo de un marcador electrónico para identificación de bovinos (nº 04/09187-7); Modalidad Investigación Innovadora en la Pequeña y Microempresa (Pipe); Coordinador Carlos Gustavo de Camargo Ferraz Machado – Korth; Inversión R$ 323.481,94 (FAPESP)

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